Secuestro, drogas y abuso sexual: ¿qué pasó realmente con el hermano de Chilavert en Ucrania?

Hay un mítico momento en la película Casablanca en el que el Capitán de la Policía Francesa de la ciudad marroquí ordena el cierre del bar y secreto casino de Humphrey Bogart al grito de “¡Qué escándalo! He descubierto que aquí se juega”, al mismo tiempo que se embolsa sus ganancias.

En fin, a ver quién a estas alturas se sorprende de que los famosos y pudientes se corran juergas. Sean actores, cantantes, ociosos millonarios o deportistas, hay una vida y una cara pública para ellos y otra para sus actividades íntimas. Solo cuando estas se desmadran y sobrepasan los muros de lo privado, nos toca a nosotros abrir la boca en asombro. Pero vamos, sin pasarnos en nuestro gesto de sorpresa, que todos sabemos que aquí se juega.

Ahora bien, la cosa pasa a otro nivel cuando la has hecho tan, tan gorda que no se te ocurre nada mejor que intentar camuflar tus aventuras de buen beber con la rocambolesca historia de que tú no querías, que te han obligado, que te han forzado a desmadrarte a punta de pistola. Y eso es lo que pasó en esta historia.

Hablamos, sí, de la loca aventura que el hermano y el sobrino de José Luís Chilavert, ex portero de la selección nacional paraguaya, han vivido en Ucrania.

A la ciudad de Odessa se dirigieron ambos en lo que en principio era un viaje para estudiar la posibilidad de hacerse cargo de la dirección técnica del Inter Odessa. Pero lo que era un viaje profesional parece que terminó en tres días encadenados de sexo, licores y otras sustancias, así como grabaciones exhibicionistas en vídeo que nadie en su sano juicio buscaría.

Fueron tres noches de descontrol en las que fueron grabados bailando desnudos, agrediendo a una transexual en un burdel y acosando genitales en mano a una joven de 22 años en la vía pública, entre otros episodios que ya son investigados por la Justicia ucraniana.

¿Cómo han intentado excusarse de este lío del que ha tenido que sacarles el cuerpo diplomático de su país, ya que incluso habían perdido sus pasaportes?

Diciendo que fueron secuestrados en un hotel y forzados a beber y a drogarse y a tener sexo por una oscura figura a la que apodan Jefe y General.

"Los señores Marciano Rolando Chilavert e Ivan Rolando Chilavert se encuentran detenidos por el dueño del hotel Il Decameron, el mismo se hace llamar Jefe y General, se les sustrajeron sus pasaportes y el valor de USD 1.500", informaba una nota de la embajada de Paraguay difundida por el sitio ABC Digital. "Además, manifestaron que fueron drogados y violados, que están atemorizados y tienen miedo de muerte. Además se les dijo que hoy día se los llevará de paseo, y temen volver sin vida".

Jefe y General es alguien que supuestamente dirige ese y otros equipos desde la sombra y que es una de las cabezas del mundo criminal ucraniano, controlando la venta de armas, la prostitución, extorsión y drogas. Y todos los excesos de los familiares del exfutbolista habrían sido forzados, según su versión, por las actividades de este para obligarles a firmar con ellos y mantenerles bajo su control a base de amenazas de muerte.

Los familiares de Chilavert claman que tan solo la petición de ayuda a su embajada les salvó y que, aún ahora, saben que la amenaza de este grupo criminal pesa sobre ellos. Otros, creen que se trata de un gran cuento, una excusa para tapar la realidad: se les fue la mano con "la fiesta". El mismo Rolando Chilavert aparece en un vídeo —en el que el personal de un hotel en el que se alojaban les reprende por su comportamiento; lo tienes un poco más arriba— pidiendo disculpas y afirmando que la denuncia es falsa.

Queda a vuestra entera libertad decidir qué opción os atrae más: una escapada que se salió de madre o una conspiración criminal. El famoso ex portero, al menos por ahora, se mantiene del lado de sus familiares —aunque en un momento puso en duda la idea del secuestro asegurando que estuvo en contacto con su hermano en todo momento vía móvily ha agradecido la intervención oficial.