¿Qué puede pasar si te ganas la vida metiendo tu brazo hasta la garganta de un cocodrilo cada fin de semana? Eso. Que un día va, y te muerde.
El pobre hombre se llama Tao, tiene 45 años y se dedica a realizar espectáculos con animales en el zoo de Phokkathar en Chiang Rai, al norte de Tailandia. A sus espectáculos acuden unas 100 personas todos los domingos por la tarde. Cien personas que, en esta ocasión, asistieron a un grotesco espectáculo.
Parece un día como otro. A Tao le toca hacer un stunt que ha repetido cientos de veces antes. Se le ve confiado, es un profesional. Conoce a los animales. El protagonista va introduciendo su extremidad entre las mandíbulas del animal, mira fijamente a la audiencia y le pide al maestro de ceremonias que pare la música. De repente, el cocodrilo cierra violentamente la mandíbula y le zarandea de lado a lado. Tras un pequeño forcejeo en el que podemos oírle gritar, Tao consigue liberarse finalmente.
Las imágenes que se han viralizado fueron grabadas por Khun Phusawit, de 35 años, que asistió al espectáculo con su mujer Nok y sus dos hijos, y que afirmó que el espectáculo estaba siendo muy interesante hasta que el accidente tuvo lugar. “Todo el mundo se quedó completamente en shock cuando pasó. Los niños estaban bastante asustados”, declaró. “He visto el vídeo muchas veces para ver cómo pudo ocurrir algo así y está claro que al cocodrilo pareció no gustarle que metiera la mano en su boca”. Vaya, qué sorpresa esto último.
Quien ha querido hacerse eco también del accidente ha sido Dong Wittawat, el dueño y responsable del parque de cocodrilos. Wittawat ha hablado para informar de que el protagonista del vídeo ha sido curado de sus heridas y se encuentra ya recuperándose. Además, no dudó en añadir que Tao volvería pronto al trabajo: “Le encantan los cocodrilos y volverá a trabajar en unas dos semanas. Es muy extraño que ocurra algo así”.
Como es de imaginar, este tipo de ataques, aunque poco comunes, son una posibilidad cuando hablamos de espectáculos en los que se ven envueltos animales predadores como el cocodrilo de este vídeo en concreto. Por otro lado, son muchos los animalistas que defienden la ilegalización de este tipo de ‘shows’.
Este mismo año, por poner solo un ejemplo, un elefante de circo murió siendo transportado en un camión accidentado en las carreteras españolas, provocando la reapertura de este debate en nuestro país. Vídeos y noticias como esta no hacen sino confirmar que este tipo de espectáculos resultan sin duda más peligrosos de lo que creemos y, para muchos, poco éticos.