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Uno de los tópicos más comunes entre los no muy aficionados a la etología y al análisis del comportamiento de los animales en su hábitat natural es descubrir que, por ejemplo, las leonas no son siempre esas tranquilas criaturas dominadas por el macho alfa de la manada y sojuzgadas a todos los deseos del líder. Valga como botón de muestra de lo que decimos este vídeo grabado totalmente por casualidad por Mya Beverstock el pasado 5 de septiembre.
Vale, es cierto que esta manada de leones no estaba en su hábitat más natural. Se trata de un parque temático llamado West Midlands Safari Park, en Worcestershire, Reino Unido. Pero las condiciones son lo bastante similares como para contemplar un atroz y a la vez fascinante espectáculo natural: la rebelión de un grupo de leonas contra el macho líder de la manada. Y por rebelión queremos decir eliminación, su “asesinato”.
De forma disimulada las hembras empiezan a cercar al león macho y, de repente, todos los colmillos de la banda intentan desgarrarle. Los gestos agónicos del gran felino lo dicen todo. También se identifica a las leonas más osadas en el ataque.
Tan solo la intermediación de los guardas del parque, que interrumpen el “golpe de estado” con su vehículo y sus gases de extintores, logra salvar la cabeza del león.
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A pesar del rescate humano, podemos dudar de que el estatus se vaya a mantener en el grupo. El león queda obviamente herido por desgarros y mordiscos y vemos cómo las leonas siguen rodeándole cuando el vídeo acaba. Se diría que su intención sigue ahí, intacta. Aunque las visitantes que grabaron estas imágenes afirman que, al hacer el recorrido de vuelta, las leonas no estaban y solo se veía a tres machos.
Como siempre ante una grabación así surge la pregunta de si es correcto para los humanos interferir en estas escenas que vienen dictadas por la Naturaleza y por el comportamiento anidado en los genes de las distintas especies. En este caso, según los especialistas, y por cruel que pueda sonar, las leonas probablemente han atacado con la decisión imperativa de matar, y no por esa idea de sojuzgamiento entre géneros de esta especie, sino por el mero motivo de que el león se está haciendo viejo.
Dicho de otro modo: probablemente no quieren mandar ellas —aunque con su acción sí estén decidiendo el destino del grupo—, solo quieren un líder más joven y enérgico.
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