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¿Puede haber algo más aterrador que encontrarte por sorpresa a una pitón serpenteando por el suelo de tu casa? Sí, encontrarte a dos pitones enzarzadas en una hipnótica pelea por su supremacía. Dos pitones caídas del cielo, como quien dice. Que le pregunten a esta pareja australiana, que tuvo la “desdicha” de presenciar en vivo la contienda.
Comenzando por el principio, los dueños de la vivienda, localizada en Kenmore Hills, al oeste de Brisbane, oyeron un extraño ruido que provenía del piso de abajo y el posterior ladrido de los perros. Entonces la mujer de la casa se apresuró a comprobar lo que pasaba y vio el panorama: las serpientes habían roto uno de los conductos de ventilación y se habían precipitado sobre el suelo de una habituación que, por suerte, usan como trastero. Nada más vislumbrar la cabeza de una de ellas, la conturbado propietaria gritó "¡Serpiente!".
Pelea de serpientes
Luego de recuperarse del susto, cogió el teléfono y se puso en contacto con una empresa especializada en la caza de ofidios, Snake Catchers Brisbane, Ipswich, Logan & Gold Coast, que se ocupó de reubicar a las dos serpientes a poco kilómetros de la casa y difundió el vídeo que has podido presenciar.
En el mismo, la especialista Lana Field comenta que las pitones eran “dos machos de combate” cuya longitud rondaba los 1,75 metros cada uno. “La gente suele confundir esta lucha con el apareamiento pero era un combate (...) Se envuelven luchando para ver quién es más fuerte... y pueden estar horas, hasta el agotamiento”, continúa.
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Los residentes de esta ciudad, la más importante del estado de Queensland, están más que acostumbrados a convivir con las serpientes. Y el caluroso inicio de la primavera —su primavera— supone el momento de mayor confluencia, pues los reptiles se activan y realizan visitas tan inesperadas como la que nos ocupa.
La propia Lane afirma que su empresa no ha parado de trabajar desde que subieron las temperaturas. Según la experta, cada temporada el número de reptiles que se cuelan en domicilios se multiplica, provocando verdaderos ataques de pánico a sus residentes.
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