Muchos contra uno. Parece una pelea desigual, con un ganador claro desde el principio por culpa de esa más que evidente desproporción. Pero la jirafa se ciñe y aguanta. Y tira. Y aguanta. Y arrastra como puede los pies. Con dificultad, y con dolor, seguro. Pero aguanta.
La jirafa "pasea" entre la vegetación con una leona subida a su espalda, y que le hinca su temible dentadura. Al mismo tiempo, otra leona clava sus dientes en la pata trasera derecha de su presa. En la retaguardia, el resto del grupo sigue sus pasos.
De repente y ante el asombro del grupo de turistas y el guía que presencian el momento, una ágil hembra salta al lomo de la jirafa y le muerde con ahínco. Parece que trata de desestabilizar a su larga presa para al fin darse el festín. Pero la jirafa no se rinde.
Como si pudiesen darse cuenta de que están siendo los protagonistas de un vídeo que no tardará en hacerse viral, el grupo de leonas mira durante unos segundos a cámara ante el asombro de quienes graban, pero pronto vuelven a sus quehaceres.
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"La adrenalina que sentimos cuando sucedió fue simplemente increíble, tener la oportunidad de presenciar este asombroso avistamiento que se produjo ante nuestros ojos". Así describía el guía del safari y autor del vídeo la experiencia de presenciar el avistamiento y posterior ataque.
Porque antes de suceder la escena que encabeza estas líneas, el mismo grupo de personas pudo admirar cómo la manada divisaba y descubría a la jirafa, que tras correr 400 metros escapando, fue finalmente alcanzada por los leones tal y como podemos observar en el vídeo.
Más de cinco horas estuvieron las reinas de la selva afanadas para conseguir su ansiado botín. Sin éxito.
El vídeo acaba dando a entender que la jirafa tiene sus horas —minutos más bien— contadas. Sin embargo, sabemos por las personas que grabaron el vídeo que al final la del cuello largo se salvó.
Sí, ganó la pelea por retirada del contrario. Retirada por hartazgo.
Llegó un punto en el que las leonas, ya exhaustas, decidieron que no tenía sentido seguir intentándolo. Se vieron demasiado cansadas y se largaron por donde habían venido.
La jirafa, aunque herida, pudo seguir su camino.
Por cierto, si te lo estás preguntando, estas espectaculares imágenes fueron grabadas el pasado 18 de enero en el Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica.
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