Y por poco no destruyen también un aguafuerte de Goya que colgaba justo al lado
Hace ya tiempo que los selfies han empezado a ser un grave problema. No siempre. En ocasiones. Pero esas ocasiones las descubrimos porque causan incluso muertes. Hay establecidas un número de 260 muertes “por selfie” desde que constan registros. Con “por selfie”, queremos decir por ahogamiento, arrollados, devorados por algún animal, caídas al vacío o por escaleras mientras se preparaban para una autofoto.
En el ranking de “muertes por selfie”, España ocupa la cuarta posición. El país “top” en ello es la India. Son cosas que ocurren por intentar obtener una selfie arriesgada o extrema. Algunos afirman con humor negro que es parte del nuevo darwinismo: los más torpes o estúpidos se sacrifican al hacer el selfie para mejorar, con su ausencia, la especie. Es un humor muy cruel, sin duda.
Afortunadamente, no siempre se llega a ese nivel de daño, pero sí se provocan igualmente graves accidentes: en tráfico, en obras, en la calle como peatones... E incluso como en este vídeo grabado por las cámaras de seguridad, en un museo ruso en el que casi se causó la destrucción de un cuadro del genio de Cadaqués, Salvador Dalí, ni más ni menos. Y por poco no destruyen también un aguafuerte anexo de Francisco de Goya, que vio deteriorado su marco y cristal protector.
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Como se aprecia en las imágenes, que han sido difundidas por el Ministerio del Interior Ruso, dos jóvenes intentan hacer un selfie de una de ellas, que se sitúa junto al panel que simulaba una pared divisoria -pero no lo era- de la que colgaban los cuadros. Se apoya en ella y la falsa pared cae, casi golpeando a la fotógrafa.
Sí, hay una fotógrafa y una fotografiada: es un selfie un tanto adulterado, pues. Pero la idea es bastante aproximada.
El impacto de la falsa pared, cayendo hacia el frente, daña gravemente el Dalí y casi igual, el Goya.
El director del museo situado en la ciudad de Ekaterimburgo, Oleg Gusev, va a hacer todo lo posible para que este cuadro -que había sido cedido para la exposición por un coleccionista privado- sea restaurado en las mejores condiciones. Usualmente, para esta clase de préstamos hay un seguro que cubre estos y peores incidentes. Ahora bien, aquí vuelve a manifestarse el secretismo ruso, ya que hay rumores de que el propio Gusev sería el propietario, porque es un enamorado de España y de su Arte, con especial devoción por Pablo Picasso y Salvador Dalí.
También afirma Gusev que no van a tomar medidas contra las jóvenes ya que en la grabación de las cámaras de seguridad no se aprecia ninguna clase de mala intención. Además, así entre nosotros, cabría añadir que tampoco la falsa pared estaba muy sólida, toda la verdad sea dicha.
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