Más de 5 millones de personas han quedado asombradas por lo que muestra este vídeo
Desde Manizales (Colombia) para el mundo, el ‘perro matemático’.
Este vídeo que ha ganado muchas complacencias en Facebook nos muestra eso: a un can, un hermoso perro, que siguiendo las preguntas de su dueño parece ser capaz de realizar sencillos cálculos matemáticos.
El animal, que al nombre de ‘Oso’, se ganó el corazón y las risas de los allí presentes y, gracias a la viralización del vídeo, de aquellos que lo visionan sin pensar mucho en lo que puede haber detrás. Y por detrás nos referimos a lo que lleva a que mascotas bailen, hagan sonidos imposibles o tengan actitudes que somos capaces de sublimar como emulaciones humanas que transmutamos en ternura gracias a la alquimia que estas criaturas despiertan en nuestra psique.
Así que todas estas sencillas operaciones de suma, resta y multiplicación, sea por señas, o por el tono de voz de su amo o por alguna palabra clave que los oídos caninos llegan a distinguir, son para nuestra diversión y Oso responde a ello como a las adicionales órdenes de sentarse y tumbarse. Oso también responde al cariño de los presentes y los presentes ceden a dar un pequeño óbolo. Ese es el truco final. Confortémonos pensando que parte de ese dinero irá para cuidar y mantener a “Oso, el magnífico matemático”.
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La competición en redes es dura cada día entre mascotas. Bueno, más bien entre sus amos, claro. Hay una competición por ver quién tiene, posee y cuida al perro, gato, ave, pez, tortuga, serpiente, rata, etc… más peculiar o notable.
Este número callejero (el de Oso) se mira con simpatía porque el animal no parece estar haciendo nada que le cueste esfuerzo ni sufrimiento y probablemente todo esté basado en un sencillo truco que no haya requerido actitudes excesivamente estrictas con el noble animal. Pero todos sabemos que cuando forzamos a una criatura no humana a realizar actividades que nos son propias, ha habido antes muchas horas previas de entrenamiento para lograr esa actividad que va en contra de su naturaleza.
Lo importante, lo que cabe esperar es que no se haya usado ninguna fuerza o insistencia desmedida para ello. Pero todos nos hemos vuelto escépticos ante las denuncias constantes de circos, zoos o números de cabaret. Si alguien se cruza con Oso por la calle que por favor le pregunte. Visto lo visto, igual hasta contesta.
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