Un compañero de clase grabó la escena con su teléfono móvil. El vídeo ha forzado la destitución del profesor
La docencia es una profesión vocacional que requiere de respecto, dedicación, paciencia y, sobre todo, pasión. El docente tiene como misión comunicar, trasmitir y despertar la curiosidad por el conocimiento en sus alumnos. Sin embargo, la docencia también implica ejercer cierto grado de autoridad, una capacidad de la que algunos profesores se aprovechan para liberar sus frustraciones.
Ningún abuso de poder por parte de un docente está justificado, y mucho menos si se utiliza para cometer un delito tipificado en el código penal, como el acoso ejercido por el profesor que protagoniza el vídeo de este artículo.
Las imágenes fueron grabadas en un colegio de secundaria de la ciudad de Rivadavia, en Mendoza, Argentina, por un compañero de la víctima. El profesor ejercía una suplencia en las clases de Ciencias Sociales e Historia en distintos cursos del instituto. Como ya has visto en el vídeo, este docente decidió acosar verbal y físicamente a uno de sus alumnos de tercer año (15 años).
“¡Claro que estoy loco! ¿Que no te voy a tocar? ¿Qué sos, mantequita?”, le grita al alumno mientras le toca distintas partes del cuerpo, hasta que llega a los genitales del menor. Con un lenguaje no verbal claramente amenazante sigue repitiendo a voz en grito. “¿Para qué venís a la escuela?”.
Cuando el vídeo se viralizó en las redes sociales, los padres de la víctima pusieron una denuncia contra el profesor. Por si no fuera poco, existen más vídeos y testimonios que demuestran la violencia que ha ido ejerciendo este “docente” hacia otros alumnos: empujones, insultos, amenazas…
A raíz de todos estos vídeos, que se han convertido en un escándalo a nivel nacional, la Dirección General de Escuelas de la región de Mendoza decidió inmediatamente finalizar el contrato del profesor e inhabilitarle durante un año hasta que la justicia anuncie su veredicto.
Al parecer este hombre es conocido en Rivadavia como abogado poco exitoso del fuero civil. Algunas personas que lo conocen personalmente lo describen como una persona buena y calmada, aunque también desvelaron que en el pasado tuvo problemas económicos y de alcoholismo que parecían haberse solucionado una vez que comenzó a ejercer como docente.
Este caso también evidencia la falta de recursos para detectar malas conductas de los docentes en los colegios. Aunque no existía denuncia judicial previa, ya se habían realizado varias quejas a la administración y la dirección del colegio por la conducta denigrante de este profesor. No sabemos si el colegio tomó alguna medida tras recibir las quejas, pero desde luego no fue suficiente para disuadir a este hombre de continuar con sus conductas impropias.
En estos casos el rol de los padres es fundamental, pues a veces la administración del colegio no es capaz de ver lo que los alumnos tienen muy claro. Al igual que en casos de acoso escolar entre alumnos, es importante que los padres establezcan canales de comunicación y trasmitan confianza a sus hijos para que estos puedan explicar cuál es la situación de acoso que están viviendo.
