PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo La risa a carcajadas de esta cacatúa ‘enloquecida’ es absolutamente delirante (y contagiosa) Content

Content

La risa a carcajadas de esta cacatúa ‘enloquecida’ es absolutamente delirante (y contagiosa)

H

 

Uno de esos éxtasis de risa descontrolada que, de tratarse de un humano, le acarías preguntando... pero, a ver, ¿tú que te has tomado?

Playground community

01 Agosto 2018 20:34

Hay risas que contagian de forma instantánea. El sonido de algunas carcajadas, los gestos de algunas personas al reír o el simple hecho de ver a cierta gente desternillarse sin control hacen que muchas veces nos entren también a nosotros ganas de imitarles y llorar de risa. Pero, ¿alguna vez os ha ocurrido con animales?

Si vuestra respuesta es negativa, haced la prueba con este vídeo. En él vemos a Pebble, una simpática cacatúa que, apoyada en el brazo de su dueño, no puede parar de troncharse ante las bromas de su amigo. Además del curioso timbre de sus carcajadas, muy similar al de los humanos, el ave mueve la cabeza en todas direcciones, a una velocidad de vértigo, moviendo su cresta como si fuera un verdadera estrella de rock.

Este comportamiento es muy común en los psitácitos, la especie de la cual forman parte las cacatúas, junto con los loros o los papagayos. A pesar de no contar con cuerdas vocales como las nuestras, son capaces de emitir sonidos muy parecidos a los humanos.

Las cacatúas, ¿pueden hablar?

Otra de las características que más divierten de las cacatúas es su capacidad para aprender palabras. Sin embargo, el decir que esto equivale a hablar puede ser un poco exagerado.

Lo que hacen las cacatúas y otros psitácitos es imitar sonidos. Por ello, se puede escuchar a una cacatúa o un loro decir frases graciosas que han aprendido a base de escucharlas de forma repetida.

¿Pero, cómo se les puede enseñar a hablar? Básicamente como se hace con cualquier animal doméstico: se le empieza diciendo la misma frase corta hasta que el animal la repita, para seguidamente recompensarle con comida, con el fin de que asocie ese comportamiento a algo positivo y lo haga cada vez con más frecuencia.

Hay ciertos factores que pueden resultar de ayuda para aumentar las probabilidades de éxito: por un lado, el ave ha de estar feliz y relajada en el momento. Por otro, el hecho de ser macho también es ventajoso, ya que estos demuestran una mayor capacidad de imitar distintos sonidos y su voz es algo más clara que la de las hembras. La edad recomendada para comenzar a enseñarles es a partir de los 8 meses.

share