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Entran a robar pistola en mano y él ni se percata por estar mirando el móvil

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El resto de clientes se tiran al suelo o aguantan con los brazos en alto, pero él... tan pancho

Playground community

30 Octubre 2018 19:45

“Levanta la cabeza del móvil, que pareces un zombi”. Si alguna vez te han dicho esto, trata de recordar quién y enséñale este vídeo.

Las imágenes fueron registradas en un bar de aspecto extremadamente sencillo de Nova Serrana (Minas Gerais, Brasil). Unos cuantos ciudadanos pasan un rato de ocio nocturno entre mesas y sillas de plástico y una barra de bar. Al fondo, la puerta, por la que entra un individuo de complexión juvenil y con el rostro oculto tras un casco de motorista. En su mano, un arma de fuego. Con ella se dispone a robar el local.

Todos los ocupantes del bar abandonan la charla, la consumición y la tranquilidad, echándose al suelo o permaneciendo muy, muy quietos y con los brazos en alto, para que el amigo de lo ajeno no se ponga nervioso y apriete el gatillo. Todos menos uno.

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Un individuo identificado como José Carlos de Almeida permanece en pie al extremo de la barra. No por valor, ni por cabezonería. Sino por puro despiste y abstracción. Su mente está ocupada con su móvil, bien navegando, hablando por WhatsApp o similar o leyendo resultado de fútbol. ¿Quién sabe?

Vemos cómo el nombre ni se percata de la presencia del delincuente, que pasa rozándole con la pistola en mano dos veces cuando se acerca a la barra para agarrar todo el metálico de la recaudación.

Solo cuando el delincuente sale del local y vuelve a su moto, mientras los parroquianos comienzan a ponerse en pie o recuperar su asiento y la calma, el despistado parece recibir la noticia de ‘lo que se ha perdido’.

La violencia en las calles brasileñas es -desafortunadamente- común y, en ocasiones, extrema. Al menos, este hecho ha quedado en una chusca anécdota y no en algún sangriento balance. E incluso queda este surrealista vídeo para que el afortunado distraido pueda presumir de haber mantenido la cabeza sobre los hombros… y el móvil en la mano.

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