En China han tenido que habilitar lugares para almacenar las miles de bicicletas que quedan olvidadas por las calles
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Miles de bicicletas apiladas, abandonadas, sin uso. Descansando del sueño de los vivos en un ‘cementerio de bicicletas’ situado en la ciudad china de Guangzhou. Hasta allí se fue el fotógrafo francés Mathias Guillin para captar la escena. Un escenario que resulta tan abrumador como extrañamente atractivo a la vista.
Montañas y más montañas de estos vehículos inundan este colorido despósito, con pequeños espacios entre ellas, creando caminos serpenteantes que vistos desde el cielo le dan al dibujo completo un aire expresionista, como de cuadro salpicado de Pollock.
Pero más allá de consideraciones estéticas, estas imágenes ponen sobre el tapete una realidad preocupante que se está repitiendo en las ciudades más pobladas de China, como pueden ser Shangai o la misma Guangzhou: esta cantidad ingente de bicicletas proviene de un exceso de oferta por parte de las compañías que ofrecen bicicletas de uso público para alquiler vía app basadas en el ‘free floating’, algo que a largo plazo ha dado lugar a una situación incontenible.
Lo que comenzó como un servicio necesario y positivo para estas ciudades, con un mercado creciente debido a la gran demanda, trajo consigo numerosas compañías de alquileres de estos vehículos; alrededor de 30 empresas realizando el mismo servicio. El resultado: se llegaron a poner en circulación más de 10 millones de bicicletas, que la gente podía dejar donde quisiera y que muchas veces acababan obstaculizando vías públicas.
Esta situación dio rápidamente lugar a que el estado regulase el mercado, limitando el crecimiento y sacando de la calle un enorme número de bicis, que han ido a parar a múltiples cementerios como el que podemos ver en el vídeo, habilitados por necesidad en ciudades como la capital Shangai o Xiamen, al sudeste del país.
Bluegogo, en bancarrota; Ofo, con problemas
Esta situación ya se cobró su primera víctima el año pasado: la tercera empresa de alquiler de bicicletas china, Bluegogo. La compañía, que en noviembre de 2017 anunció su venta al "Uber chino", Didi Chuxing, debido a problemas financieros, fue la primera en caer por su propio peso, tras fundir 600 millones de yuans (alrededor de 75 millones de euros), que obtuvieron de financiación y declararse en bancarrota. Su joven CEO, Li Gang, publicó una carta abierta en la que admitió sus errores en la gestión de la empresa.
Pero Bluegogo no es la única del sector con problemas. Más recientemente se conoció que otra de las grandes compañías, Ofo, también se encuentra con grandes problemas de liquidez. En julio de este año ya se rumoreó que la compañía estaba en vistas de ser adquirida, al igual que Bluegogo, por la gigante Didi Chuxing.
La inestable situación de Ofo ha dado lugar a que la empresa se retire de algunos mercados, como el estadounidense. Un caso reciente es el del estado americano de Dallas, donde la compañía cortó sus servicios en julio de este año 2018. Sin embargo, las bicis no se retiraron de la ciudad, creándose un problema del que nadie parece querer encargarse. Como resultado, cientos de estas bicicletas han acabado en el centro de reciclaje de la ciudad, y muchas otras siguen desperdigadas por sus calles.
Otras ciudades se enfrentan ahora al mismo problema, como Seattle, donde Ofo se encuentra también en vías de extinción. Habrá que ver cómo actúa la compañía en el futuro y de qué forma se utilizan estas bicicletas a las que nadie está dando uso.