La triste verdad sobre el vídeo viral del osezno que trata de seguir a su madre por una ladera nevada

Mira este vídeo de principio a fin. Tensión, suspense, angustia… Y al fin recuperar el aliento de nuevo. Como si de una secuencia de película se tratase, esta escena nos mantiene en vilo durante los casi 3 minutos de duración.

Al inicio podemos ver cómo dos osos comienzan a cruzar perpendicularmente una ladera nevada casi vertical. De primeras parece inusual, ¿no? El instinto de un animal no suele llevarle a ponerse en peligro y mucho menos cuando una cría le acompaña.

La travesía parece una prueba de vida o muerte, las ganas de ascender la pendiente para llegar a terreno seguro lidian con la fuerza de la gravedad. La osa logra con esfuerzo llegar ilesa a la cima. Sin embargo, el pequeño osezno, probablemente a causa de la poca resistencia y fuerza propia de su edad, se desliza una y otra vez ladera abajo.

El pequeño no deja de intentarlo. El corazón se nos pone en un puño cuando, al tercer intento y alcanzando por poca distancia a su madre, el pequeño cae de nuevo en picado. Por suerte su final no ha llegado, la valiente cría recobra fuerzas en terreno seco y vuelve a intentarlo. Con decisión asciende y consigue, al fin, ponerse a salvo junto a su madre.

Final feliz. ¿Pero a qué precio?

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Precio, decimos, porque estas imágenes que superficialmente pueden parecer una muestra de supervivencia natural, y que muchos han compartido en redes como ejemplo de historia inspiradora sobre la motivación, el esfuerzo, la resilencia y la voluntad de superación, parecen ser en realidad una demostración de hasta dónde llegamos en ocasiones para conseguir el vídeo perfecto.

"Todos podríamos aprender una lección de este oso bebé", escribía Ziya Tong, productora y presentadora de televisión canadiense, en su cuenta de Twitter. Muchos compartieron el post, pero también muchos salieron a señalar que la lección de ese vídeo, en realidad, está en otra parte.

Ante el enfoque de supervivencia y esfuerzo que ve la comunicadora, expertos en fauna y biólogos no dudaron en contradecir su punto de vista: en realidad, los osos del vídeo parecían estar aterrorizados por algo, probablemente se aventuraron por esa ladera para intentar huir, asustados, del dron que acabó grabando esas imágenes que ahora se han hecho virales.

“El vídeo realmente muestra a una madre oso asustada junto a su cachorro, cuya caminata precipitada a lo largo de la cresta puede haber sido provocada por el pánico. Los osos estaban extremadamente perturbados por lo que definitivamente me parece, basándome en la forma en que se mueve, un dron que captura el vídeo”, asegura el ecologista Mark Ditmer, ecologista investigador de la Universidad de Minnesota que se doctoró con una tesis sobre osos y que hace unos años llegó a publicar un paper sobre el modo en que estas cámaras voladoras afectaban a los animales.

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Dittmer no es el único que opina así. Otros se han expresado de manera parecida en las redes, incluso analizando, paso a paso, las reacciones de la osa durante los minutos de grabación en los que con impotencia casi ve morir a su cría.

El vídeo pudo haber acabado con la vida de esta osa y su cría. Vidas que deberían valer mucho más que todos los likes que puedan conseguirse a costa de las imágenes.

Por razones como esta, la revista Current Biology publicaba en 2016 un código de buenas prácticas elaborado por expertos para que el uso de los drones y la captura de “tesoros virales” no ponga en peligro la vida animal. Algunos deberían mirarlo antes de salir a grabar.

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