Este fin de semana, una fotógrafa detallaba de forma extensa como una cita con el actor se había convertido en "la peor experiencia que había tenido con un hombre”. Esto es lo que ha respondido él
Si la semana pasada se formalizaban y encrudecían las acusaciones de agresión sexual contra James Franco, este fin de semana era otro ganador de los Globos de Oro el encargado de encabezar titulares de esos que destrozan carreras: Aziz Ansari, estrella de Master of None, ha sido denunciado por asalto sexual en una exclusiva de babe.net.
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En el relato publicado por el digital, una mujer de 23 años que, bajo anonimato, utiliza el pseudónimo de Grace, detalla de forma extensa una cita que tuvo con Ansari. Dicho encuentro terminó convirtiéndose, en palabras de la joven, “en la peor experiencia que yo nunca haya tenido con un hombre”.
Grace, que dice haberse sentido “violada” por el actor, hace hincapié en la rapidez con la que, una vez llegaron al apartamento de Ansari, éste quiso tener relaciones sexuales con ella, a pesar de las negativas verbales y no verbales de la joven.
Desde el mismo medio que se encarga de darle voz a Grace, nos llega la conversación que mantuvieron ella y el actor a la mañana siguiente del incidente.
La conversación, que se inicia con un “lo pasé muy bien contigo la otra noche” de Ansari, revela que, en su día, Grace ya hizo saber al intérprete lo incómoda que la hizo sentir durante su encuentro. “Quizás tú lo pasaste bien la otra noche, pero yo no”, le contesta. “Aunque, por un lado, me decías 'todo está bien, solo nos estamos divirtiendo y disfrutando el uno del otro, vamos poco a poco', por el otro me estabas metiendo los dedos hasta el fondo de la garganta”.
“Continuamente, llevabas mi mano a tu polla”, añadió Grace, haciendo mención a como, minutos antes, le había dicho a Ansari que quería “ir más despacio”.
“Me entristece mucho oír todo esto”, le contesta Aziz. “Todo lo que puedo decir es que nunca fue mi intención hacer que tú o cualquier chica os pudierais sentir de la forma en que describes. Claramente, en el momento, di por supuesto cosas que no lo eran, y estoy profundamente arrepentido por ello”.
Aziz Ansari, en un comunicado que edita People, responde a las acusaciones públicas de Grace. En el artículo, el actor reconoce que él y la joven fueron “a cenar primero, y luego acabamos teniendo un encuentro sexual en mi casa; todo indicaba que era sexo consentido”.
Sobre los mensajes de texto intercambiados al día siguiente, Ansari reconoce que lo dejaron “consternado y sorprendido”. Las palabras de Grace, dice Aziz, fueron tomadas muy en serio por el intérprete, que necesitó “un tiempo para procesar todo lo que ella me había dicho”.
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Aunque toda voz que se alce contra el acoso sexual ha de ser validada y escuchada, el caso Grace/Aziz tiene aristas complicadas. Para empezar, y al contrario que todas las acusaciones que surgieron al calor del #MeToo, ésta no viene respaldada por una cabecera periodística de prestigio, ni por una investigación exhaustiva del caso –Babe apenas roza la categoría de blog.
Otro diferencial con respecto a las acusaciones que vienen goteando desde finales del pasado año: Grace, aunque ha dado un paso al frente para denunciar a Aziz, no ha querido revelar su identidad. Tanto este concreto como el anterior han hecho que algunas columnas cuestionen el relato de Grace como parejo al de otras depuraciones hollywoodienses –Harvey Weinstein, Kevin Spacey.
En The Atlantic, por ejemplo, Caitlin Flanagan califica la historia publicada por Babe como “3.000 palabras de porno vengativo” con el que Ansari ha sido “condenado a muerte, cuando la única prueba aportada viene de la cuenta anónima de una mujer”, escribe la periodista. “Han destruido a un hombre que no se lo merecía”.