La primera actuación televisiva de Björk en ocho años fue maravillosa y desconcertante

Ocho años llevaba Björk sin actuar en un programa de televisión, hasta que ayer noche rompió el maleficio catódico. En un cartel doble que incluyó también un par de actuaciones cortesía de The Breeders, Björk apareció en Later… With Jools Holland para interpretar Courtship, de su último álbum Utopia, y The Anchor Song, de Debut, su segundo álbum de estudio, fechado en 1993.

Iconografía vaginal. Pequeña selva de plástico. Vestidos de tono pastel. ¿Sintes? A la mierda los sintes: seis flautistas, una batería y una máscara veneciana son suficientes para que Björk maraville en la televisión. Si Courtship y The Anchor Song ya eran delicadas, Björk y sus músicos las diluyen hasta convertirlas en un finísimo hilo musical de un reservado tatami.

La disonancia entre el arte extremo y la luz plana de los focos televisivos hacen del directo de Björk un espectáculo desconcertante y maravilloso. La islandesa interpreta ambos temas con la cara cubierta, como ya viene siendo habitual: Björk se ha transformado en un avatar de sí misma, en una reflexión sobre el mercadeo de la imagen, en el juicio permanente que las artistas deben soportar.

Este mismo viernes, Björk lanzará un EP con tres remixes de Arisen My Senses, el track con el que se abre Utopia. Las remezclas estarán firmadas por Jlin, Kelly Lee Owens y Lanark Artefax. La portada de EP presentará la escultura de una babosa creada por Jesse Kanda, director del visual para Arisen My Senses y co-protagonista, junto a Björk, de la primera entrega de la docu-serie Work in Progress.

¿Más referencias a los invertebrados? La edición en vinilo de disco estará prensada en un color que la cantante ha definido como “genital de babosa”.