No hay duda: está viviendo su momento. La verás en la reciente 'The Farewell', un drama familiar entre oriente y occidente
Puede que el nombre de Awkwafina todavía no te suene familiar, pero esta rapera y actriz neoyorquina de descendencia china y coreana está viviendo su momento. Y se lo debe todo a Youtube.
Los más de 4 millones de reproducciones de su tema My Vag la colocaron en el punto de mira. Con esta oda a su vagina demostró su talento como músico, pero también su mordaz sentido del humor. El vídeo le hizo perder un trabajo en publicidad corporativa. Sí, en serio, pero lo que nunca se imaginó era que su éxito viral le abriría las puertas de Hollywood.
Su primer papel le llegó de la mano de la directora Olivia Milch, que le ofreció participar en su película Dude (2018) sin ninguna experiencia previa como actriz. Su fama y personalidad en internet la abalaron. Y ahí empezó todo.
Tampoco le hizo falta ninguna audición para conseguir colarse en el elenco de Ocean’s 8 (2018), formado por las mismísimas Sandra Bullock, Cate Blanchett o Anne Hathaway. Y su papel en Crazy Rich Asians (2018) se suma a la lista de películas con las que se ha ganado la fama de ser una de las actrices más hilarantes del momento.
Pero para Awkwafina no todo es cosa de risa. Hoy por hoy, le interesa desarrollar personajes más complejos y profundos, como el que interpreta en la reciente The Farewell (2019). Su primera gran oportunidad interpretando un papel protagonista en un drama familiar entre oriente y occidente.
“Cuando me dieron el guion, sentí que quería hacer esta película, lo necesitaba. No me importaba si era un drama, sentía que acababa de llegar a mí de manera propicia. Tuve que estudiar muy duro porque no crecí en un hogar hablante de chino, fue algo que me puso un poco nerviosa de este papel”, explica a Vox.
A pesar del éxito, Awkwafina sigue siendo la misma de siempre. Le debe su nombre a una marca de agua embotellada y ahora “es demasiado tarde para cambiarlo”, bromea. Su nombre de pila es Nora Lum y cuando su madre murió, su abuela la crió junto a sus primos en Queens. No se sentía ni americana ni asiática, y la música la ayudó a encontrar su identidad.
Por aquél entonces, en Hollywood había muy pocos referentes femeninos asiático americanas con quien pudiera identificarse. “Excepto Margaret Cho. Ella me salvó de muchas maneras. Cada vez que hacía algo extraño o intentaba ser graciosa, pensaba en ella. Ella hizo que pareciera posible”, confiesa a Buzzfeed.
Ahora, ella es el referente. Por eso no se conforma con ser solo un extra. “Ningún artista quiere ser conocido como un artista asiático americano, quiere ser conocido como un artista”, aclara en Elle. Por eso se ha puesto la regla de solo aceptar aquellos papeles que aparecen más de 15 veces en una película. Lo hace como un statement. Una lucha personal para conseguir que Hollywood cuente historias que representen a todo tipo de personas y culturas.