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Artículo Descifrando a Belle Delphine, la 'gamer-girl' que vende el agua en la que se baña Culture

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Descifrando a Belle Delphine, la 'gamer-girl' que vende el agua en la que se baña

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¿Trabajadora sexual 3.0 o la mayor trol de Internet?

PlayGround

16 Julio 2019 16:28

“Una 'gamer-girl' vende su agua de bañera por 30 dólares y se agota en dos días”. Si te pasas las horas en internet, es bastante probable que te hayas topado con ese titular en los últimos días.

La chica en cuestión es Belle Delphine, vive en el Reino Unido, tiene 19 años y cuatro millones y medio de seguidores en Instagram. En la mayoría de sus fotos aparece en ropa interior, haciendo cosplay o poniendo expresiones ahegao -el término japonés que define las caras de placer extremo que suelen poner los personajes femeninos en el anime-. En casi todas su uniforme consiste de pelucas rosas, medias de rejilla u orejas de elfo.

La fórmula le funciona: en un momento en que los influencers parecen estar de capa caída, ella hace que sus seguidores paguen por su agua de bañera sucia. La idea, de hecho, se la dieron ellos.

“Mucha gente me comentaba las fotos diciendo que se beberían el agua de mi bañera. Un día estaba pensando en ideas y eso me vino a la cabeza. ¿Qué pasaría si embotellara y vendiera mi agua de bañera?”, explicaba recientemente a The Guardian.

Antes, Belle había subido un vídeo comiéndose un huevo crudo poniendo expresiones insinuantes o mostrando un pulpo muerto con ojos de plástico al que describió como “su mejor amigo”. Si llegado a este punto te preguntas si todo esto va en serio o forma parte de una gran broma internetera, no estás solo. ¿La respuesta? Todavía no está clara.

“Tengo suerte. Puedo hacer cosas locas y ver cómo el mundo reacciona a ello, y definitivamente hay un placer en ello, aunque a veces da un poco de miedo. Obtengo mayores reacciones con mi contenido más raro pero creo que eso solo es posible porque también hago contenido atrevido”, decía a The Guardian.

Su agua sucia no es lo único que Delphine vende. Tiene más de cuatro mil patronos en Patreon, la web de micromecenazgo en la que personas creativas pueden vender su contenido directamente a sus seguidores. Ahí sus fans pueden pagar desde 5 hasta 2.500 euros al mes para acceder a distintos niveles de contenido. En función de lo que pagues puedes recibir una polaroid dedicada, o acceso a su Snapchat privado, dónde comparte fotos subidas de tono.

En Patreon se describe como “weird elf kitty girl”. Otros lo han hecho como “alien Disney princess porn star.” En su perfil explica que vive con “su familia de hamsters” y que le gusta pintar, dibujar y patinar sobre hielo. También afirma que disfruta con el DDLG (una forma de BDSM en la cual uno de los participantes adopta el papel de adulto –el papi o “daddy” –mientras que el otro mantiene una actitud infantil) y el pet play (tener adoptando el rol de un animal). Todo lo que hace emana sexualidad, pero de un modo tan impostado que cuesta tomárselo en serio.

so... is THIS how you drink water?

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Belle Delphine representa una suerte de evolución de la 'camgirl'. En la era del contenido para adultos gratuito, ella ha sabido encontrar un nicho que incorpora elementos de la cultura gamer y el cosplay para vender una fantasía sexual sin necesidad de hacer porno explícito.

Su perfil es producto del modo en que Internet y las redes sociales han transformado el trabajo sexual. El espectro de lo que ello supone se ha ampliado de sobremanera, y existen decenas de grados de interacción distintos. En muchos casos, ni siquiera implica un contacto físico, por lo que muchas personas que nunca se hubieran planteado hacer trabajo sexual se ven atraídas por esta industria.

En el caso de Delphine, realidad y fantasía se confunden tanto que ni siquiera está claro que se la pueda considerar trabajadora sexual. De hecho, tal y como recoge Rolling Stone, algunas trabajadoras sexuales la acusan de beneficiarse de las tácticas de marketing de creadoras de contenido para adultos a la vez que se distancia de las mismas o, incluso, les falta al respeto.

Estos argumentos se ven reforzados por una de sus ardides publicitarios más recientes. El mes pasado provocó un gran revuelo cuando publicó una foto anunciando que si conseguía un millón de likes abriría una cuenta en Pornhub. “El momento ha llegado oficialmente”, decía. Su número de seguidores, claro, se disparó.

This is my best friend !

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La foto alcanzó su objetivo y Delphine cumplió su promesa. Pero no cómo sus fans esperaban. Subió una docena de vídeos a la web de porno con títulos como 'Belle Delphine plays with her PUSSY', que resultó ser un vídeo de ella jugando con gatitos de peluche, o ‘Pewdiepie goes all the way inside Belle Delphine', que la mostraba comiéndose una fotografía del popular youtuber.

Este troleo resultó hilarante para algunos y decepcionante para otros muchos. “Ha roto el corazón de la gente y destrozado su dignidad. La única disculpa que aceptaremos son vídeos reales y no estas mentiras falsas y asquerosas”, escribió uno de los fans cabreados.

Pero, ¿y si este tipo de reacciones fuera exactamente lo que estaba buscando? ¿Y si todo fuera una suerte de performance artística para poner en evidencia la misoginia inherente en la comunidad gamer?

“Es prácticamente una parodia del tipo de chica que quieren estos tipos. Está jugando de forma muy directa con la sensibilidad de estos hombres”, dice el periodista especializado en sexo y tecnología Lux Alptraum a Rolling Stone.

Sea una performer ultra-consciente de sí misma o una influencer con ansias de atención, ha sabido encontrar su mercado. Aunque sea a base de reírse del mismo.

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