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Veintiséis ediciones después, Sónar sigue siendo una experiencia única. Este año el festival ha cambiado de fechas de manera circunstancial, pero los pilares sobre los que se construye siguen siendo los mismos. A continuación exponemos cinco de los grandes motivos por lo que ya estamos deseando revivir uno de los mejores momentos de cada verano.
1. Un modelo de festival único
Encontrar paralelismos entre Sónar y cualquier otro festival del mundo se hace difícil. Pocos eventos culturales han conseguido aunar de forma tan coherente reflexión y celebración. Al Sónar se va a bailar, pero también a aprender. Y, a veces, se hace todo a la vez. No solo porque su programación musical siempre te brinde un descubrimiento inesperado, sino porque también es un congreso que tiende puentes entre creatividad, música y tecnología. Sónar no es un destino sino un punto de partida. En este sentido, decir que es una cita única en el mundo no resulta exagerado.
2. Vislumbrar el futuro
La fiebre nostálgica lleve años apoderándose de la música electrónica, pero Sónar sigue siendo un festival comprometido con la vanguardia. El cartel de este año vuelve a estar repleto de propuestas que se anticipan a lo que puede depararnos el futuro de la música. Actress y Holly Herndon integran la inteligencia artificial en sus espectáculos, Arca encarna como nadie el futuro más allá del género que nos espera y Petite Noir y su #noirwave demuestra que en cuestión de estilos todavía no está todo inventado. Puede que haya dejado atrás el epígrafe de Festival de Música Avanzada, pero Sónar siempre mira hacia adelante.
3. Shows audiovisuales
Las particularidades del recinto de Sónar, especialmente su faceta diurna, permiten que el festival programe shows audiovisuales que van un paso más allá de las tradicionales proyecciones. En este aspecto, la edición de este año presenta dos grandes ejes. Por un lado, y en el marco de Sónar +D. el festival estrenará Sonar360º, un “espacio inmersivo dedicado al trabajo audiovisual fulldome donde la audiencia está completamente rodeada por imagen y sonido”. Ahí se podrá ver el estreno en exclusiva de piezas de Daito Manabe y Satoshi Horii o María S. Leiva y Miguel Arrieta, entre otros. Por el otro, la programación musical del festival unirá a Daito Manabe con el Dr. Yukiyasi Kamitani y a los barceloneses Za! con el estudio de diseño digital de Estambul Ouchhh en dos espectáculos que exploran la relación entre el sonido y la corteza visual del cerebro para tratar de responder a una misma pregunta: ¿Qué vemos cuando escuchamos música?
4. SónarCar
Una de las quejas más habituales de los DJs acerca de los festivales es el poco tiempo que disponen para exponer su discurso. Muchos artistas se ven obligados a comprimir su visión en slots de poco más de una hora, lo que acaba por distorsionar el planteamiento de sus sesiones. Para contrarrestar esta realidad, en 2017 Sónar reinventó el escenario SónarCar para que estuviera dedicado exclusivamente a sesiones de seis horas de un solo artista. La jugada ha salido redonda y, desde entonces, SónarCar se ha convertido en uno de los grandes alicientes para desplazarse a Sónar de Noche. Cualquiera que estuviera en las memorables sesiones de DJ Harvey o John Talabot el año pasado puede corroboarlo.
5. Un festival sostenible
La crisis climática que amenaza nuestro planeta obliga a replantearnos cualquiera de nuestras acciones desde una perspectiva ambiental. E ir de festival no es una excepción. En 2019, Sónar será más sostenible que nunca gracias a medidas que incluyen los vasos reutilizables, las botellas de agua de vidrio o los cubiertos hechos de materiales sostenibles en la zona de comida. Andar por un mar de plástico cuando un festival cierra sus puertas en una imagen desoladora. Pero, Sónar, esto ya es cosa del pasado.
