El latin power invade Sónar

Hace millones de views, nadie hubiera imaginado lo que este año ocurrió en Sónar Barcelona: Bad Bunny compartió cartel con el legendario compositor de música electrónica Paul Kalkbrenner. Durante 26 años, Sónar se ha erigido como un referente internacional de la electrónica de vanguardia y la innovación; sin embargo, ahora da voz a la corriente urbana latina que fascina al mainstream. Algunos predicadores de “la buena música” se han llevado las manos a la cabeza —incluso iniciaron una recogida de firmas para suspender la actuación del “conejito malo” en Barcelona—, pero si la gente pide perreo, ¿por qué no dárselo?

Definitivamente, la transformación digital ha diluido fronteras y ha popularizado lo latino en el resto del mundo. Tres de los cinco artistas que ahora mismo lideran YouTube son latinoamericanos; este es el cuarto año que América Latina encabeza el crecimiento musical mundial. El fenómeno está dejando huella incluso en las esferas políticas: si bien el reguetón ha sido señalado como abusivo y machista, Bad Bunny y Residente contribuyeron a la dimisión del gobernador de Puerto Rico cantando reguetón contra el acoso. "Despacito" —nos guste o no— catapultó la música latina hasta arriba del escalafón artístico mundial y hoy sigue siendo el video más visto de la historia de YouTube. De-to-da-la-his-to-ria.

Será que “¿ya, ya nos está gustando más de lo normal?”

Esta efervescencia latina omnipresente ha redefinido el orden de las cosas en la escena musical, y hasta para Sónar ha sido inevitable dar un vuelco a su legendario cartel y llenar sus escenarios con música urbana latina.

Sónar México y el auge del latin power

Los festivales de música avanzada han cultivado en su mayoría una visión artística enfocada en el 'primer mundo', pero parte de la misión de Sónar ha sido dar voz al talento que trabaja en los márgenes musicales —de género o geográficos— desde cualquiera de los 23 países a los que ha viajado. Al mismo tiempo, ha sabido adaptarse a la demanda masiva de la cultura musical latina. Esta combinación mágica posibilita la descolonización musical y motiva un perreo más transversal.

La primera edición de Sónar México encumbrará al latin power con casi la mitad de sus actuaciones lideradas por artistas latinoamericanos —siguiendo el legado de las ediciones de Bogotá, Buenos Aires o São Paulo.

El evento dará voz a artistas nacionales como Machino o LAO, que redefinirán la música club; también conoceremos el R&B refrescado con synth pop y psicodelia de Noa Sainz —una de las jóvenes promesas. Representando a Brasil, Jesse Baez y DJ Cashu con BADSISTA darán vida a sonidos urbanos, queer y underground, respectivamente. En el dancefloor habrá espacio para el ambient de Verraco, DJ y productor colombiano que, con su sello Insurgentes, visibiliza a la escena latina en los cinco continentes.

Sónar México también hará su clásico homenaje cosmopolita y acogerá a artistas de otras partes del mundo: aportará la solidez del talentoso cuarteto canadiense de jazz-soul BADBADNOTGOOD, acogerá a los recurrentes Bonobo o Skepta y nos descubrirá a la británica-nigeriana Flohio con su lírica musical inusual, entre otros. Las experiencias musicales se complementarán con propuestas audiovisuales creadas por colectivos como Colab, INTUS Interactive Design y Fragmental Form.

Talento latino hasta en los discursos de Obama

No queda duda de que la corriente urbana latina es la actual lingua franca en el panorama musical. Quizás antes escuchábamos reguetón de camino a Sónar, pero al llegar al festival eso se acababa y nos rendíamos al techno emotivo de Four Tet; sin embargo, ya no es necesario: el reguetón está en el cartel. En medio de beats sobreproducidos y ritmos dislocados, hoy impera una realidad aplastante que se infiltra incluso en los discursos de Obama: el talento latino la está rompiendo.

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El futuro de la música estará en Sónar México el próximo 5 de octubre en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México. Tickets en taquilla y aquí.