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Artículo Las voces jóvenes de Latinoamérica que luchan por el medio ambiente Now

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Las voces jóvenes de Latinoamérica que luchan por el medio ambiente

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Nuestro planeta está en crisis y las nuevas generaciones no tienen pelos en la lengua para denunciarlo

PlayGround , Imanol Subiela

10 Septiembre 2019 00:37

Las causas ambientales se han convertido en la gran preocupación de las nuevas generaciones. Hasta el punto de que son ellos, los más jóvenes, quienes desde las redes y desde las calles más están empujando para colocar la crisis climática en el centro de la agenda pública. Ese esfuerzo ya nos ha dejado iconos generacionales como la joven activista sueca Greta Thunberg. Pero Greta no está sola.

En Europa miles de jóvenes se están saltando las clases para reclamarle a los adultos que tomen medidas precisas y efectivas para retroceder con la contaminación ambiental. Pero en América Latina, los chicos y las chicas no están tranquilos esperando que sean los países ricos los que se ocupen del problema.

Uno de los referentes de la lucha climática en el frente latinoamericano es Bruno Rodríguez, que con apenas 19 años, representará a la Argentina en el Youth Climate Summit, un evento de la ONU que reunirá en Nueva York a adolescentes de todo el mundo para debatir sobre el cambio climático a fines de septiembre.

"Esto empezó en Europa, pero entendemos que tiene que existir una expresión local que muestre la realidad de América Latina. La crisis climática es un tema de derechos humanos y justicia social”, explicó Bruno en una entrevista cuando se refirió a la importancia de generar espacios para que los chicos y las chicas puedan luchar por estas causas.

Cuando le preguntaron sobre cuáles son las metas a nivel regional, contó que diferentes agrupaciones de América Latina buscan la correcta aplicación del Acuerdo de Escazú, firmado por la mayoría de los países del Cono Sur, excepto Chile. “Se trata del acuerdo regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe. Pretendemos que se cumpla en los países que firmaron y que se firme en donde no lo hicieron”.

Bruno Rodriguez
Bruno Rodríguez / @jovenesporelclimarg

Bruno también es vocero de Jóvenes por el Clima Argentina, una organización que surgió como una reunión de amigos, pero que lograron que se que se declare por unanimidad la emergencia climática en el país.

Jóvenes por el Clima existe en otros países Latinoamérica y a veces plantean estrategias de acción en conjunto. La última sucedió el mes pasado cuando pidieron que en cada país de América Latina se hagan protestas frente a las embajadas de Brasil para exigirle al gobierno de Jair Bolsonaro que tome medidas concretas para frenar los incendios que están ocurriendo en el Amazonas.

No es la única protesta que ha tenido al gobierno brasileño como objetivo: cuando Ricardo Salles, el ministro de Ambiente de ese país, se presentó en una cumbre en Salvador de Bahía sobre la crisis climática global, fue abucheado por un grupo de chicos y chicas que lograron colarse en el evento.

En América Latina existen otras organizaciones y movimientos juveniles que se ocupan de esta agenda, de hecho en marzo de este año se realizó en simultáneo una manifestación, bajo la consigna “Viernes para el futuro”. Según los datos que ofreció la propia ONG que impulsaba el evento, las nuevas generaciones se manifestaron en: Chile, Uruguay, Perú, México, Bolivia, Colombia.

En cada rincón de del cono sur diferentes activistas se levantan para exigirle a sus gobiernos que se ocupen de los problemas ambientales de cada país. Ya no esperan que organismos internacionales o gobiernos extranjeros hagan algo, sino que son ellos mismos los que piden respuestas.

Entre los reclamos que más aparecen están el problema de la deforestación, como ocurre en Brasil y la selva del Chaco en Paraguay; el avance de la minería a cielo abierto por parte de empresas extranjeras como Barrick Gold, que busca instalarse en la Patagonia argentina; y también el cuidado de los mares y océanos, una lucha que busca evitar, por ejemplo, que se repitan derrames de petróleo como el que hubo en el Golfo de México el año pasado. Objetivos que, no está de más recordar, son un problema de todos.

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