El pasado noviembre, la integrante de los olvidados Dream, Melissa Schuman, acusó a Nick Carter de haberla violado. El episodio, que habría ocurrido en 2002, cuando Schuman contaba con 18 años, fue aireado por la cantante, según ella misma, “con la esperanza y la intención de empoderar e inspirar a otras víctimas para que cuenten su historia”.
Cuando meses después, en mayo de 2018, Backstreet Boys anunciaron una gira para celebrar su 25 aniversario, la historia de Melissa quedó sepultada por el entusiasmo con el que la prensa musical cubría la reunión de la boyband noventera. En la industria, también se impuso un silencio alrededor del caso.
La omertá, revisando las declaraciones de Schuman en The Dr. Oz Show, no puede ser otra cosa que flagrante. “Mi manager me dijo en la época: ahora te estás labrando un nombre y, si lo cuentas, todo el mundo va a pensar que eres una chupa-cámaras, que estás utilizando esto para hacerte famosa; llegados a ese punto, ya no habrá vuelta atrás”.
“Recuerdo decirle: Oh, así que… ¿Él simplemente se va a ir de rositas?”.
Para febrero de este año, Melissa decidió ir un paso más allá, interponiendo una denuncia que el Departamento de Policía de Santa Monica confirmó era “contra Carter, por un incidente acaecido en el año 2003”. Schuman lo hacía público así en su cuenta de Twitter: "Finalmente, hago aquello que ya no se puede postergar más. He presentado una denuncia policial”, escribía, junto a los hashtags #TimesUp y #MeToo.
¿La reacción de Carter a las acusaciones de Melissa?
El cantante dijo estar “perplejo y tristísimo en un comunicado. “Melissa nunca me dijo, ni estando juntos, ni tiempo después, que nada de lo que hicimos fuera no consentido por su parte”, escribe el miembro de Backstreet Boys, que dice haber sido siempre respetuoso con Schuman, “tanto personal como profesionalmente”.
“No ha sido hasta ahora que he tenido constancia de sus acusaciones, casi dos décadas después de lo nuestro”, termina Carter. “Éstas son contrarias a mi naturaleza y a mis convicciones, entre las que en ningún caso se encuentra causar incomodidad o dolor a nadie de forma intencionada”.