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Artículo ¿Te gustas como eres? Esta artivista “hackea” medios para acabar con estereotipos Culture

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¿Te gustas como eres? Esta artivista “hackea” medios para acabar con estereotipos

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La vida podría ser distinta si, desde la niñez, una persona aprendiera a ser feliz sin tener que seguir los roles ni tener los cuerpos que nos muestran los medios y la publicidad; para eso sirven los talleres de “hackeo” de Lala Pasquinelli

Emilia Erbetta

28 Noviembre 2019 03:20

Ahora es artivista y feminista, pero hasta hace unos años, Lala Pasquinelli tenía otra vida: era una abogada especializada en impuestos.

Dejar por completo su “otro yo” le llevó algunos años de transición en los que fue abandonando los expedientes para dedicarse cada vez más a sus proyectos de fotografía y collage.

La industria de la moda y la publicidad siempre la habían indignado y quería hacer algo con eso, porque desde chica sufrió “la opresión de tener que moldear mi cuerpo al talle de la ropa, algo que es absurdo y violento a la vez”.

lala pasquinelli
Foto Lala Pasquinelli por @insideoutproject

Con eso en mente, empezó a buscar publicidades de moda en las revistas argentinas. Entonces se topó con las tapas (portadas). ¿Y qué encontró? Para empezar, que hombres y mujeres son retratados como si fueran criaturas de mundos diferentes: ellas siempre blancas, casi siempre rubias, eternamente delgadas y jóvenes, fotografiadas con poca ropa y en posiciones incómodas, siempre al servicio de ser “sexys”. Ellos, en poses mucho más naturales y casuales, nunca semidesnudos.

Los títulos que los acompañan también son diferentes: mientras que a las mujeres les preguntan sobre sus hábitos en la cama, sus secretos para “recuperar” la figura después del embarazo o cómo combinan trabajo y familia, los varones responden sobre sus proyectos laborales. Nadie les pregunta a ellos cómo preparan su cuerpo para el verano.

Del deseo de hacer algo para cambiar esto, nació Mujeres que no fueron tapa (MQNFT), un proyecto de arte y activismo que visibiliza la manera desigual en la que los medios muestran la imagen de hombres y mujeres y reproducen estereotipos.

El proyecto se hizo viral en Argentina con sus intervenciones digitales. En Instagram y Facebook, Lala arma collages de tapas de revistas para mostrar cómo los medios operan para fortalecer los mandatos que pesan, sobre todo, sobre las mujeres: la maternidad, la delgadez, la pareja heterosexual y monógama, la hipersexualización.

En los collages vemos cómo las modelos y actrices argentinas son retratadas en loop, siempre abrazadas a sus bebés (nunca un varón es fotografiado así, salvo que sea padre soltero por subrogación de vientre) diciendo que tener un hijo “es una bendición”; o en traje de baño junto al mar, o recostadas desnudas y aceitadas contra una silla, siempre sensuales, para anunciar su nueva telenovela.

Objetos sexuales o madres, como si las mujeres no tuviéramos otros destinos.

¿Cómo se construye la idea de la maternidad obligatoria en un sistema social, político y económico que necesita del trabajo gratuito de mujeres e identidades feminizadas, para su subsistencia y reproducción? Así. Dando por sentado, afirmando una y otra vez, y una y otra vez una idea hasta que esa idea adquiere valor de verdad. Se nos dice hasta el hartazgo que la maternidad es una bendición, que con les hijes somos bendecidas, que son bendiciones y milagros. La maternidad vinculada al designio de un dios, de un ser superior que nos unge y nos premia con un embarazo y un parto o con el embarazo y el parto de una mujer a la que se le paga para que atraviese un embarazo y un parto. ¿Para esa mujer une hije también es una bendición? ¿Qué imágenes acompañan esas frases y afirmaciones? ¿Qué se nos muestra? Si une hije es una bendición o es bendecide, no es una decisión nuestra, es la decisión de un otro, ese dios que decide “bendecirnos”, que nos regala une hije que hace el milagro. ¿Y que pasa si no queremos tener hijes? ¿Qué pasa si no podemos tenerlos y no queremos comprarlos? ¿Quiere decir que no nos merecemos el milagro ni la bendición? ¿Seremos maldecidas? Brujas, malas, malditas. ¿Siempre une hije es una bendición? ¿Cómo se relacionan estas construcciones con la idea de nuestros derechos reproductivos? Si somos socializades en la idea de que une hije es una bendición, ¿como nos sentimos cuando no deseamos ser madres o gestar? ¿Cómo nos sentimos cuando decidimos interrumpir un embarazo que no deseamos? ¿Que es lo que no se dice? ¿Nos cuentan? #mqnft #mujeresquenofuerontapa #hackingculture #hackingmedia

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“Los modelos de belleza construyen modelos de felicidad”, explica Lala. “La visibilidad es el modelo de éxito de las mujeres y la visibilidad te la da encarnar ese estándar de belleza. Ser visibles te trae todo lo que se supone nos va a hacer felices: el amor, los hijos... No se trata solo de "ser linda sino que ser linda es ser deseada, ser amada, es un requisito profesional... todo tiene que ver con eso”.

¿Quiénes son las mujeres que no fueron tapa? Las gordas, las “feas”, las negras, las que no quieren o no pueden tener hijos, las lesbianas, las pobres.

collage Lala
Uno de los collages de Lala

No solo pasa en las revistas: todavía, la mayoría de las y los influencers encarnan modelos hegemónicos de belleza. Por eso el año pasado escribieron una “carta a las influencers” en la que llamaban a tomar conciencia sobre el mensaje que se envía desde las redes sociales.

Hackear los medios

El proyecto creció y Lala empezó a dar talleres de “hackeo” de medios entre amigos, en organizaciones sociales, en barrios pobres y en multinacionales.

Con una pila de revistas, unas tijeras y un puñado de hojas en blanco, el objetivo de los talleres es ver esas imágenes que todo el tiempo nos están diciendo que no está bien como somos, y usarlas para construir otro mensaje.

“Tomar esa información que te viene dada homogénea, para analizarla y transformarla en otra cosa, otro montaje, en otro contenido. Eso es hackear”, nos explica Lala.

Los talleres giran en torno a una pregunta: ¿cuándo te encanta ser vos? "Lo importante es cerrar los ojos, visualizarse, estar una hora pensándonos, conectando con una experiencia de nosotros mismos que sea placentera”, cuenta. Y a partir de eso, empezar a jugar con las formas, los colores, las texturas de las revistas para crear algo distinto.

También trabajan con canciones y con películas, en las que analizan cómo aparecen contadas las mujeres, cómo los varones. “¿Hay disidencias? ¿Hay personas no-blancas?”, se preguntan. “¿Cómo me hacen sentir estas imágenes”?

taller de hackeo
Uno de los talleres de hackeo en escuelas

La experiencia opuesta a scrollear Instagram durante una hora viendo que los cuerpos y las vidas de los demás son “mejores” que la nuestra.

Lo que a Lala le sorprendió es que, no importa dónde lo haga, siempre las respuestas pueden agruparse en tres grupos: las personas nos sentimos mejor con nosotros mismos cuando estamos en contacto con la naturaleza, haciendo una actividad expresiva o con nuestros seres queridos.

Estas respuestas la decidieron a llevar el taller a las escuelas y, desde el año pasado, MQNFT organiza el Festival de Hackeo de Estereotipos en escuelas de toda la Argentina, con el cual capacitan a profesores y profesoras para que pueden trabajar los hackeos en el aula con sus estudiantes.

Lo que les interesa es que los niños, niñas y adolescentes tengan chance de hacerse esa pregunta vital -¿cuándo te encanta ser vos?- cuando todavía están creciendo, porque así podrán identificar esas situaciones que los hacen felices y que no tienen nada que ver con lo que nos indica el mercado.

Porque, como remarca Lala, “nadie dice que le encanta cómo es cuando se pone botox o se hace la depilación”.

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