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Artículo Se hizo pasar por una “joven, negra y republicana” para trolear a la alt-right Culture

Culture

Se hizo pasar por una “joven, negra y republicana” para trolear a la alt-right

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Quran quiso engañar a los seguidores de Trump y lo ha conseguido: abrió un crowdfunding y ha recaudado 200$ en donaciones.

V.P.

07 Noviembre 2018 12:46

La realidad siempre supera a la ficción que se basa en la realidad: la historia de Quran es una puesta al día de la que cuenta Infiltrado en el KKKlan, esto es, la historia real de Ron Stallworth. Stallworth, un policía afroamericano que logró infiltrarse en el Ku Klux Klan, lo hizo con los medios que tenía a mano en los años setenta: teléfono, mensajería postal y un compañero blanco que le hacía las veces de avatar en las reuniones presenciales.

¿Qué tiene Quran, que no tenía Ron? Una cuenta de Twitter.

Aprovechando la ola de afroamericanos que están virando hacia el Partido Republicano, con nombres como Candace Owens o Kanye West, esta estudiante decidió que era un buen momento para (1) mostrar su apoyo a Trump y (2) comprobar el recorrido que pueden tener las fake news. Porque Quran no es seguidora de Trump. Pero, como decía Kurt Vonnegut, somos lo que aparentamos ser.

“Así que mucho cuidado con lo que aparentamos ser".

“No me voy a esconder nunca más, pese a que la izquierda haya hecho sentir a los negros republicanos que debíamos permanecer en las sombras”, escribía Quran en un tweet llamado a viralizarse. El mensaje iba acompañado de una foto con la estudiante vistiendo un sombrero MAGA (Make America Great Again) y hashtags como #NegrosConTrump.

La alt-right picó y Quran decidió continuar la broma: en tweets posteriores, la estudiante relataba los problemas domésticos que había tenido al reafirmarse como republicana. “Mi madre me ha despertado mientras dormía y me ha dicho a gritos que cómo puedo apoyar a ese monstruo”, aseguraba Quran a sus (nuevos) seguidores. “Ojalá mis padres fueran capaces de comprenderme”.

Poco después, llegaban los pantallazos.

En lo que se supone que es una agria discusión con su madre, Quran es expulsada de su casa por sus ideales políticos. “Trabajo a media jornada”, le recuerda la estudiante, “no tengo con qué emanciparme”. Respuesta: “Quizás uno de esos trumpistas que tanto amas pueda adoptarte”. La alt-right, enternecida otra vez más, volvió a picar.

Quran decidió aprovechar la tesitura abriendo una página de micromecenazgo para “quien quiera ayudar a esta joven, negra y republicana a pagar sus estudios”. En realidad, la estudiante pretendía utilizar el dinero recaudado para comprarse un nuevo smartphone. ¿Está bien robar a la gente de derechas para cambiar de móvil? “Los que votan a la derecha no son gente”, sentenció Quran.

Destapado el engaño, las críticas empezaron a caer como bombas. Reacción: “No podéis decirme nada peor de lo que yo me haya dicho a mí misma alguna vez”.

Incluso antes de que Quran revelara la inocentada, la estudiante ya había devuelto los apenas 200 dólares que había recibido mediante su plataforma de crowdfunding. “Me sentía rara tomando su dinero”, confesó. “Antes de que la cosa fuese a más, decidí devolver el dinero a todos mis mecenas”, añadía, esta suerte de Robin Hood moderna.

“Honestamente, no quería ese dinero”, concluía. “Lo de que no puedo pagarme los estudios es cierto, pero en ningún caso los querría pagar con dinero republicano”.

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