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Artículo Polémica en ‘Big Little Lies’: el tijeretazo creativo al trabajo de Andrea Arnold Culture

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Polémica en ‘Big Little Lies’: el tijeretazo creativo al trabajo de Andrea Arnold

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"Fuentes cercanas a la cineasta han asegurado que se encuentra totalmente devastada”

Gemma Cuadrado

15 Julio 2019 16:21

El éxito apabullante de la primera temporada de Big Little Lies es incuestionable. La miniserie arrasó en los Emmy y los Globos de Oro. Su final fue de esos que te dejan varios días con un vacío existencial. Todo el mundo quería saber más sobre aquellas mujeres de Monterrey. Pero la historia estaba cerrada.

La novela de Liane Moriarty en la que se basa fue adaptada en su totalidad en la primera temporada y su escritora dejó muy claro que no quería participar en el guión de otra entrega. Ni siquiera su director, Jean Marc Vallée, estaba disponible para rodarla.

¿Qué fue, entonces, lo que desató la segunda temporada de Big Little Lies?

En dos palabras: Meryl Streep.

La escritora Liane Moriarty cedió a participar en el guión de una segunda entrega si podía idear un personaje para que lo interpretara su actriz favorita. Streep lo aceptó sin tan siquiera leer el guión.

Con un público aclamando una segunda temporada y una de las actrices más queridas de Hollywood recién sumada a la ecuación, solo les faltaba una cosa: encontrar a un nuevo director.

La elegida fue Andrea Arnold, directora de gran prestigio dentro del circuito de cine independiente, ganadora de un Oscar por su corto Wasp en 2005, de un BAFTA al mejor film en 2010, y de tres premios el jurado en Cannes por sus películas Red Road (2006), Fish Tank (2009) y American Honey (2016). ¿Qué podía fallar?

Aparentemente nada. Pero algo falló. Según cuenta Indiewire, la directora perdió el control creativo de la serie una vez filmados todos los episodios. Ocurrió a finales de 2018, cuando los productores ejecutivos de la serie decidieron que Jean Marc Vallée, el director de la primera temporada, "unificara los estilos visuales" a golpe de tijeretazo, muchos flashbacks y varios planos adicionales que se le permitió rodar una vez liberado de sus compromisos.

Todo eso a espaldas de Arnold.

Fuentes cercanas a la producción han asegurado que a Andrea Arnold se la dejó ir totalmente por libre. Se acercaron a ella en busca de su “particular realismo poético”. Le dieron carta blanca y ahora se la han arrebatado. “Nunca se le mostró una guía de estilo que estableciera las reglas visuales de la serie” y, además, se la dejó contratar “a su propio equipo creativo”. Para la directora británica, ver como “guiones de sesenta páginas se redujeron a episodios de 40 minutos”, ha sido un golpe francamente bajo.

Arnold no ha querido hacer declaraciones oficiales pero fuentes cercanas a la cineasta han asegurado que se encuentra “totalmente devastada”. Las actrices protagonistas de la serie tampoco han hecho ningún comentario al respecto. Al menos, no todavía.

HBO sí ha hablado para explicar que “no habría una segunda temporada de Big Little Lies sin Andrea Arnold. Estamos extremadamente orgullosos de su trabajo. Al igual que con cualquier proyecto de televisión, los productores ejecutivos trabajan en colaboración con la serie y creemos que el producto final habla por sí mismo".

¿Por qué contratar a una directora de la talla de Andrea Arnold si sus productores tenían tan claro lo que esperaban de la segunda temporada de Big Little Lies?

Parece que las prisas por prolongar el éxito de la serie han acabado pasando factura.

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