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Aunque así de primeras probablemente hasta a algún agente le diese la risa la jugarreta, las autoridades sostienen que la broma podría poner en un riesgo serio la seguridad pública.
Según el Otago Daily Tims, un diario de la zona, la canción empezó a sonar en las radios de los policías el pasado fin de semana. El incidente se ha repetido en varias ocasiones durante los últimos días. En uno de los casos, la canción interfirió en una operación policial en los que los agentes trataban de coordinarse para detener a un hombre que estaba apuntando con un arma de fuego a los automovilistas.
El inspector Kevin Lloyd mostró su preocupación en unas declaraciones al Otago Daily Times. “Pusieron a personas en peligro. No hay duda de que si esto sigue pasando y siguen haciendo lo que están haciendo esto retrasará nuestra respuesta. Cualquier interferencia con la radio de la policía constituye un riesgo para la seguridad pública y cualquiera que sea pillado haciendo esto puede enfrentarse a penas de hasta un año de prisión”.
Me imagino al bromista haciendo una lista de pros y contras en su casa mientras lee las declaraciones del inspector en las noticias:
Contras: me pueden meter en la cárcel.
Pros: si me meten en la cárcel por haber estado vacilando a la poli de esta forma, voy a ser el puto amo de la barraca ahí dentro.
Lloyd cree que no piensa que el graciosillo (graciosillo para nosotros, no para ellos, I mean), esté utilizando equipamiento oficial de la policía porque no se han registrado radios perdidas y los dispositivos necesitan un cargador especial muy complicado de conseguir. Eso quiere decir que no Lloyd está descartando la posibilidad más divertida de todas...
¿Imagináis que fuese un policía troleando desde dentro? ¿Una persona que ha pasado todas las pruebas necesarias para acceder a su puesto como agente de la ley solo porque una tarde se le ocurrió esta broma y quería cumplir su sueño de tocar las pelotas a la autoridad?
El tema Fuck Tha Police fue publicado en el primer álbum de N.W.A., Straight Outta Compton, en 1988. Aunque para muchos es un himno de denuncia a la brutalidad policial y el racismo del sistema, otros critican que banaliza la violencia contra los agentes.
La cosa se caldeó tanto que el FBI llegó a mandar una carta bastante hardcore a la discográfica del grupo por dar una mala imagen de la policía. “Cuando llegó la carta yo tenía 18 años y era realmente ingenuo sobre el FBI, no me preocupaban”, explicó Ice Cube, miembro de la banda, en una entrevista con Billboard en 2015.
“La gente estaba preocupada sobre la policía de Los Angeles, la de Compton, los sheriffs. Eso era lo que nos preocupaba. Así que, ya sabes, no nos planteábamos el impacto de las ramificaciones de aquello. Solo estábamos como diciendo, ‘¿Una carta, en serio?’. Tira esa mierda y sigamos haciendo lo que estamos haciendo. Y fue fácil de decir, ‘Tío, tenemos que contarle al mundo que estos cabrones están intentando intimidarnos y mostrar lo que nuestro gobierno está haciendo a los artistas de rap, a los ciudadanos, Están tratando de intimidarnos’. No nos preocupamos de aquella carta”.
No quiero promover la delincuencia (bueno, en realidad un poco sí), pero públicamente me comprometo a invitar a quién sea que logre hacer lo mismo por estos lares y enchufe a el clásico de Eskorbuto en la radio de cualquiera de las policías del estado español.
Añado a la oferta una ración de bravas y pimientos del padrón si concretamente es a la Guardia Civil.
