Se lía parda en Twitter con la historia de un perro de Jaén que ha aprendido catalán

Cuando ayer por la tarde vi que la palabra “Gallifantes” era TT en Twitter me quedé preocupada unos segundos sintiéndome cateta total. No tenía ni idea de lo que quería decir aquello. Por suerte, antes de empezar a fustigarme con un diccionario por ignoranta de la vida me dio por cotillear y comprobar que era el nombre de una usuaria.

“Uy, parece que alguien la ha liado”, pensé. Y efectivamente.

Mi perra llegó de Jaén hace año y medio porque allí la iban a matar
A los 10 días ya entendía las órdenes en catalán. Ahora ya no atiende a ninguna en castellano ni a su antiguo nombre
Decidme. Eres de dónde naces o de dónde te quieren?
Pos eso. Aplicad el símil

— Cris 🎗 (@gallifantes) 31 de julio de 2018

"Esta señora confirma que su perro, al que adoptó en Jaén, aprendió catalán en solo 10 días, esto se va a amortizar muy pero que muy bien en forma de salseo tuitero", me dije.

He adoctrinado a mi perra para que no entienda el castellano? Le he comido la cabeza para que sepa que su casa es esta y no la de hace dos años? Juas.

— Cris 🎗 (@gallifantes) 31 de julio de 2018

La cosa podía haber quedado ahí, pero Gallifantes quiso hacer un par de apreciaciones más, que estando el patio como está, no hicieron más que avivar el fuego.

Y otro día ya si eso hablamos de por qué está Barcelona llenita de perros cazadores rescatados de Andalucía y Extremadura. Con lo súper egoistas que somos los catalanes.

— Cris 🎗 (@gallifantes) 31 de julio de 2018

Lo que vino después, ya os lo podéis imaginar.

Mi perro llegó hace 9 años de sevilla. Ahora catedrático en la universidad de Pomperru Fabra. pic.twitter.com/SKIfGh1s6q

— Nihilist Cowboy (@Nihilist_Cowboy) 31 de julio de 2018

Mi perro vino reptando de Almendralejo y era analfabeto. Ahora, habla tres idiomas que le han abierto las puertas de Cabify pic.twitter.com/t425lznd70

— MissAntropía (@Misshima18) 31 de julio de 2018

Mi perro es un pequinés. No entiende chino. ¿Estoy haciendo algo mal?

— Francisco Linares (@franlicosta) 31 de julio de 2018

Mi perro llegó de Jaén hace año y medio porque le iban a matar. A los 10 días ya entendía las órdenes en francés. Ahora está al servicio de su majestad. pic.twitter.com/QGdeqx1KfO

— Lupe (@Lupe_) 31 de julio de 2018

Mi perro llegó hace 6 años de Navarra, ahora es neurocirujano. pic.twitter.com/ruuZUj5OgC

— SkyLord (@Skylord015) 31 de julio de 2018

Pues, te felicito. El mío vino de Manresa y no consigo que se saque la secundaria

— Rafael Ordóñez Bedmar🇪🇸 (@Rafaeldeltambor) 31 de julio de 2018

Mi perro llegó de Jaén hace año y medio porque allí lo iban a matar.
Hoy, todavia buscado por el Gobierno, sobrevive como soldado de fortuna. Si tiene usted algun problema y lo encuentra, quizás pueda contratarlo.

— Super Falete (@SuperFalete) 31 de julio de 2018

Mi perro vino de Jaén a Padrón y ahora unas veces ladra y outras non.

— Doc HOLLYDAY (@DocHollyday3) 31 de julio de 2018

Yo, como hago siempre, colé a mi perra en la ecuación porque es muy guapa y me gusta fardar.

Adepté a mi perra en Andalucía hace 5 años y me la traje a Barcelona. Cuando vuelvo a Euskadi le digo cosas en euskera por molar pero como soy de Vitoria que es casi Burgos ni la perra ni yo entendemos ni hostias, así que confiamos en que con el pacharán la peña no se entere y ya pic.twitter.com/knMYYFwVQU

— Elena Rue Morgue (@Elenaruemorgue) 31 de julio de 2018

La fama de la perra de Gallifantes ha llegado a un nivel que su dueña ha decidido crearle su propia cuenta de Twitter. La cabrona tiene ya más de 4000 seguidores y es más influencer que la mayoría de nosotros.

Mi perra charnega anti fascista se ha hecho una cuenta. @PGallifantes
Ha visto que su vida despierta interés 😂

— Cris 🎗 (@gallifantes) 31 de julio de 2018