Se acabó culpar a EE.UU. Voto Saludable vela por la salud de los mexicanos en estas elecciones presidenciales. “Cuando tú haces el daño, no puedes decidir qué se hará en materia de salud en México”
“Se sube el telón y la epidemia de obesidad y diabetes en México ha desaparecido por arte de magia. Se baja el telón”. No es más que un chiste un tanto amargo, aunque echando un ojo a las escasas propuestas electorales en materia de salud de los futuros candidatos a la presidencia parece que esperan que este problema que cada año mata y amputa a miles de mexicanos se resuelva por sí solo.
¿Quién velará por la salud de los mexicanos en el siguiente sexenio?
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Hablamos con Yarishdy Mora, coordinadora de la Coalición México Salud-Hable (en adelante, CMSH), que ha impulsado la plataforma Voto Saludable, una iniciativa apartidista que recopila y actualiza las propuestas de los candidatos para atajar los principales problemas sanitarios que afronta el país. La CMSH está formada por más de 100 organizaciones de la sociedad civil preocupadas por el futuro sanitario del país.
“Los partidos no tenían una plataforma directa o un interés sobre la salud, por lo que decidimos hacerlo nosotros"
Yarishdy Mora, directora de la Coalición México Salud Hable
“Los partidos no tenían una plataforma directa o un interés sobre la salud, por lo que decidimos hacerlo nosotros. Y ya no no es una petición, sino una exigencia por parte de la sociedad civil que se ponga sobre la mesa el tema de salud. Es muy preocupante que ni siquiera tengan una propuesta”, señala Yarishdy Mora, que también es directora de Salud Crítica y coordinadora de la Coalición Contrapeso.
Voto Saludable
“Voto Saludable presenta un diagnóstico sobre qué le duele a México en términos de salud, un cotejo de las propuestas que tienen los candidatos en sus plataformas digitales con lo que ocurre en la sociedad, en los hospitales. Pero también propone una Agenda Saludable, descargable y gratuita, donde tomamos las recomendaciones de organizaciones nacionales e internacionales y las bajamos a la realidad mexicana. Es gratuita y descargable, para que los candidatos la tengan en cuenta en sus proyectos y para que la población la conozca y se empodere”.
¿Quién velará por la salud de los mexicanos en el siguiente sexennio?
Por el momento, los resultados de este análisis no son buenos: no todos los candidatos tienen objetivos para la mejora de la salud en sus plataformas digitales y los que sí las tienen orientan sus propuestas en atención médica y no se hace hincapié en la prevención. “Como son totalmente prevenibles estos factores de riesgo, es muy importante tener unas políticas públicas fuertes. Se tiene que hacer algo al respecto. Estamos en emergencia. Ya no es ‘broma’. Hay más de 98 mil muertes por año”, alerta Yarishdy.
La directora de CMSH deja muy claro que no tienen interés en beneficiar a ningún candidato, sino que todos tienen la misma oportunidad de revisión. Desde el despegue de la web Voto Saludable, que ha sido muy bien recibida por la prensa como instrumento útil para decidir el voto, algunos de los candidatos, ojo avizor, ya han incorporado medidas relacionadas. “Tal vez no las que querríamos, pero ya es un avance”, matiza Yarishdy Mora.
La que más ha resonado ha sido la de Andrés Manuel López Obrador, candidato por la Coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT, PS), que aseguraba la continuidad del impuesto sobre las bebidas azucaradas y la comida chatarra. Sin embargo, tal y como explicaba Alejandro Calvillo de El Poder del Consumidor en esta entrevista para PlayGround, y como reitera Mora, la propuesta inicial fue recortada (los 2 pesos de impuesto por litro y el etiquetaje de la recaudación para medidas sanitarias), de manera que seguiría estando incompleta. “Si el candidato Andrés Manuel López Obrador saliera ganador, nos preocuparía que el impuesto se fuera a quedar ahí, en el 10%”.
No existe una ley para afrontar la epidemia de obesidad y diabetes que perviva a los sexennios de cada gobierno, a sus ideas y a los presupuestos.
La sociedad civil pide más, pero su petición cae en saco roto. No existe una ley para afrontar la epidemia de obesidad y diabetes que perviva a los sexennios de cada gobierno, a sus ideas y a los presupuestos. Mientras tanto, las cifras siguen creciendo, tal y como revela el Reporte Sombra de la Coalición Contrapeso:
—Se dan 98 mil muertes anuales causadas por el sobrepeso o la obesidad y las enfermedades asociadas
—Un 71,2% de la población adulta tiene algún problema de sobrepeso u obesidad
—Uno de cada tres niños es propenso a desarrollar diabetes tipo 2 u obesidad
—7 millones de personas (un 9,2% de la población) ha sido diagnosticadas de diabetes, pero se estima que el total de casos es el doble por los tantos casos sin diagnosticar.
Alianza por la Salud Alimentaria
La explicación de esta negligencia gubernamental se resume, a grandes rasgos, en tres palabras: conflicto de interés. “Muchas de las propuestas en materia de salud, que son costoefectivas, no se llevan a cabo y no están bien vistas porque el gobierno está muy cohibido con la iniciativa privada. Hay una gran cantidad de iniciativas que podrían estar ya funcionando y disminuyendo estos números, pero los gobiernos no han visto por sus ciudadanos porque la industria está muy involucrada y termina por decidir qué va a pasar con la salud pública del país. Esto es muy grave: cuando tú haces el daño, no puedes decidir qué se hará en materia de salud”. Lo que es todavía peor es que no hay ningún candidato a la presidencia que lleve una propuesta para evitar el conflicto de interés. Voto Saludable les solicita que sus campañas también sean libres y sin conflictos de interés para que no reciban financiación de la industria privada y lleguen a la presidencia, como dice Yarishdy Mora, “con más ‘compromisos’ de los que les tocaba”.
"Los gobiernos no han visto por sus ciudadanos porque la industria está muy involucrada y termina por decidir qué va a pasar con la salud pública del país"
Yarishdy Mora, directora de la Coalición México Salud Hable
La epidemia llevaba 30 años gestándose. “La comida chatarra y los refrescos son una parte de la cultura de este país; por muchos años, el refresco ha sido la bebida preferida en las comidas. Es casi como si fueran parte de la canasta básica de alimentación de este país. Estados Unidos no ha sido un buen vecino en temas de alimentación”, dice la directora de CMSH refiriéndose al Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAM o NAFTA). Son muchos expertos que ven al TLCAM como una de las principales causas del estado deplorable de la salud mexicana, de que el agua no sea la primera opción para hidratarse, de que las industrias de comida chatarra lleguen hasta las comunidades rurales más remotas, donde los casos de amputaciones por diabetes se han disparado. “El alcance que tienen las refresqueras y las industrias de comida chatarra a las comunidades rurales es imparables. En pueblos remotos tienen mucho más acceso a alimentos nada sanos que a alimentos frescos, aún ellos produciéndolos allí”, cuenta Yarisdhy Mora.
Estados Unidos no ha sido un buen vecino en temas de alimentación.
Yarishdy Mora, directora de la Coalición México Salud Hable
Pero no se puede restar importancia a la falta de acción de los sucesivos gobiernos. Voto Saludable no esquiva la autocrítica. Han faltado políticas como la regulación de la publicidad en horario infantil, el fin de las ‘horas nalga’ en el trabajo para poder tener más tiempo para la vida personal, un abordaje efectivo de la violencia para que los ciudadanos puedan ejercitarse en la calle, ya que apenas nadie puede costearse un gimnasio, la mejora del acceso a productos frescos de la rica gastronomía mexicana y de las oportunidades de los campesinos que los cultivan, que no tienen las mismas oportunidades de promocionarse en televisión ni reciben el apoyo del gobierno.
Ningún candidato a la presidencia que lleve una propuesta para evitar el conflicto de interés.
También ha faltado el muy reclamado etiquetado nutricional comprensible, apunta Mora, ya que actualmente se necesita tener cierta destreza matemática para comprenderlos, algo que en un país donde no todo el mundo sabe leer es como poner palos en las ruedas. “Se habló en su momento de la epidemia, no se hizo lo apropiado y ahora estamos asimilándolo de esta manera”.
