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Madres amamantando en defensa de la madre naturaleza

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Imagina que una veintena de hombres vienen a tu casa con motosierras para destrozarlo todo. Pues eso les ha pasado a los lobos, bisontes y linces de este bosque

Rosa Molinero Trias

22 Diciembre 2017 12:33

Imagina que un día, al alba, una veintena de hombres vienen a tu casa con motosierras y bulldozers para destruirla. Pues eso les ha pasado a los lobos, bisontes y linces que vivían en el bosque de Białowieża, un rico entorno natural de Polonia con 11.800 años de historia.

En protesta por esta deforestación criminal y por las otras que ocurren en los parques de Polonia, este año varios grupos de madres se ha reunido en un parque a dar el pecho a sus hijos.

Las últimas en llevar a cabo esta protesta fueron las Madres Polacas en la Tala. Se manifestaron en contra de la ley Szyszko, que permite a los propietarios de las tierras cortar cualquier árbol sin pedir permiso ni notificarlo a las autoridades, considerando que no representa una actividad económica.

Esta ley se empezó a implementar en 2017 por el ministro de medioambiente polaco, Jan Feliks Szyszko, que con la mano en la Biblia afirma que “el hombre no solamente tiene el derecho, sino el deber, de usar los recursos naturales”.

Las Madres se reunieron en mayo en el parque Edward Rydz-Śmigły de Varsovia y se sentaron en árboles acabados de cortar, amamantando a sus hijos, en esta protesta silenciosa, iniciada por Cecylia Malik, ecologista, artista y activista. Las acompañaron sus familias y sus seres queridos.

“Ha tomado las dimensiones de un desastre medioambiental”, afirma Malik, que tomó su idea de las Madres de Cracovia, que llevaron a cabo una acción similar en una área talada del parque Lótnikow de su ciudad.

Political Critique explica que la ley se aprobó a toda prisa el 16 de diciembre de 2016 y entró en efecto el 1 de enero de 2017, sin previa consulta pública. Desde entonces, las multas que antes ascendían a más de 3.500 euros por cortar un solo árbol de forma ilegal, solamente se penalizarían con 120 euros.

Daria Gosek, de la asociación Madres Polacas en la Tala: “Tristemente, en lugar de preservar los árboles, los propietarios del bosque cada vez más quieren sacarles provecho y desean ganar dinero de la venta de la madera, por eso los cortan”.

Esta madres se presentaron en el Vaticano para plantar cara a Tadeusz Guz, de la Universidad Católica de Lublin, quien con el beneplácito del ministro de medioambiente dijo que el “activismo medioambiental” era “ateísta, materialista, nihilista y neocomunista” y comparó a los ecologistas con los nazis.

Pero si hay unos árboles que importan en Polonia son los del bosque Białowieża. Considerado parque nacional y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que describe el área como “irremplazable por su biodiversidad, gracias a su tamaño, estatus de protección y naturaleza en gran medida salvaje”.

La sociedad civil cuenta también con el apoyo de la Comisión Europea. Gracias a la queja formal que presentó la ONG ClientEarth , la CE encontró que Polonia estaba infringiendo las Directivas Europeas sobre Pájaros y Hábitats. En julio, la misma CE consideró que Polonia no había hecho suficiente para acabar la tala y recomendó su prohibición inmediata, trasladando el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Asimismo, en mayo y junio hubo protestas de Greenpeace y Wild Poland, que se encadenaron a los árboles y a las herramientas de la tala. A finales de junio, 5 mil personas se manifestaron por las calles de Varsovia en contra la deforestación.

El argumento del gobierno para desoír las advertencias europeas está en la plaga de escarabajos que sufre el 10% de los abetos. Sin embargo, solamente la mitad de los árboles que se quieren talar están enfermos.

Y aún así, algunos científicos afirman que los escarabajos podrían ser beneficiosos: “El bosque lleva existiendo 11.800 años y ha sufrido decenas o centenares de estas plagas. Es un proceso natural que incrementan la rapidez con la que el bosque se adapta al cambio climático”, explicó Rafal Kowalcyzk, director del Instituto de Investigación sobre Mamíferos de Polonia, con lo que estuvo de acuerdo Diana Six para Mongabay, una de las mayores expertas mundiales en estos insectos, y añadía que talar los árboles tampoco iba a frenar la plaga.

A día de hoy, según informa Mongabay, el 17% de este parque milenario, hogar de lobos, linces, bisontes, aves y flora riquísimos, está en peligro. La misma revista recuerda algo importante: que Europa y los europeos somos lo que somos gracias a los bosques. Siempre han estado allí, siendo escenario de cruentas batallas, alimentando a las poblaciones con sus frutos.

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