Ya basta de vaciar nuestros mares: "La pesca eléctrica se lo lleva todo por delante"
Pescar con descargas eléctricas está prohibido en todo el mundo. Y lo seguirá estando. Hoy el Parlamento Europeo debatía si seguir permitiendo los barcos de arrastre eléctricos. Las votaciones han dado como resultado un contundente ‘NO’.
Esta práctica (conocida en inglés como pulse fishing) que consiste en enviar corrientes eléctricas al lecho marino mediante redes de pesca de arrastre equipadas con electrodos, ha sido denunciada por los expertos de centenares de ONG's y prohibida en todo el mundo hasta 2006.
Fue entonces cuando se permitió experimentar con ella en una área del mar del Norte. Años más tarde, en el 2013, se dio el visto bueno a que cada estado miembro dispusiera de un máximo de un 5% de su flota para la pesca eléctrica.
Pero todo se aceleró el 21 de noviembre pasado, cuando se aprobaron 750 enmiendas a la ley por la que se permitía agrandar más todavía las flotas y, todavía más, se aceptaría como método pesquero habitual si después de 4 años no aparecían estudios científicos que dijeran lo contrario.
Los estudios han salido. Pero es de dominio público que los ha pagado el lobby holandés de la pesca, según señala la oenegé BLOOM , que desde el año pasado ha liderado la campaña en contra de la pesca eléctrica.
BLOOM
BLOOM, como otras oenegés, han denunciado que someter a corrientes eléctricas el lecho marino es innecesario, cruel y destructivo: hay métodos con menor impacto en el hábitat y las descargas no son más humanas porque su potencia puede llegar a partir el esqueleto de un bacalao.
“Los barcos de pesca eléctrica generan 10 veces más descartes que los métodos de bajo impacto, no hay análisis científicos independientes que señalen qué consecuencias tienen las descargas eléctricas para la vida marina que viven en el lecho o para especies como las rayas y los tiburones”, afirman desde BLOOM.
Los partidarios de la pesca eléctrica celebran su efectividad, pero según la plataforma Low Impact Fishers of Europe: “La pesca eléctrica es tan efectiva porque se lo lleva todo por delante, los peces grandes y pequeños, hasta que no quede nada más que un desierto”.
BLOOM
También sostienen que en los Países Bajos se han dado permisos ilegales para la pesca de arrastre eléctrica que han aumentado su flota hasta el 28%.
Es más, el 8 de enero, BLOOM, junto con otros activistas, hicieron público que la Comisión Europea había desoído las recomendaciones de sus propios científicos que solicitaban no ampliar los permisos hasta que se pudiera comprobar la seguridad de dichas prácticas.
El no ha triunfado: 402 votos en contra, 232 a favor. Tenía el apoyo de grandes cadenas de supermercados, de 20 organizaciones, de un importante grupo hotelero y de más de 200 chefs entre los que se cuentan los españoles Elena Arzak, Quique Dacosta, María Malvar y Verónica García y el chileno Matías de Cristóbal, que se comprometían públicamente a no usar en sus restaurante pescados que hubieran sido capturados mediante descargas eléctricas.
“Nosotros, los abajo firmantes, somos los chefs de la cocina próximos a la naturaleza, a la artesanía responsable y a los bellos y buenos productos. Como tales, estamos escandalizados por la práctica de la pesca eléctrica en Europa. El uso del corriente eléctrico en un medio salvaje es impensable porque genera una verdadera destrucción ecológica”, firmaron los chefs en el manifiesto. (...) “Rechazamos trabajar con los productos que provienen de un método de pesca que condena nuestro futuro y el del océano. Con los pescadores artesanos y los pescadores de ocio, son decenas de oficios los que van a desaparecer con nuestra cultura, nuestro patrimonio”, decían los chefs en el manifiesto.