Salchichas de tofu a las finas hierbas
Hamburguesas de tempeh con salsa teriyaki
Redondo de seitán con setas
Chorizo vegano
Jaca en lonchas sabor panceta
Todos estos ítems podrían estar a punto de desaparecer de los supermercados y restaurantes franceses. Pero no es que se haya impuesto la ley de la carne, sino que la Comisión de Asuntos económicos del proyecto de Ley de agricultura y alimentación ha aceptado la enmienda de uno de sus miembros: “prohibir ciertas prácticas comerciales que confunden al consumidor”. Y esto incluye llamar ‘filete’, ‘panceta’ o ‘salchicha’ “a productos que no están únicamente, o en absoluto, compuestos por carne”.
Y lo mismo para las alternativas vegetales a los productos lácteos, que de aprobar esta ley el Senado, dejarán de llamarse ‘leche’, ‘nata’ o ‘queso’. Incumplir esto podrá llevar al juez a obligar al cese de la actividad comercial y a imponer multas que pueden llegar hasta 300 mil euros.
Pero existe una excepción. Por ejemplo, ¿se podrá considerar ‘chorizo’ el nuevo chorizo con quinoa que nos dejaba atónitos hace unos días? Posiblemente sí, todo dependerá del porcentaje de vegetales que se admita en las preparaciones cárnicas, aún por definir.
Sea como sea, parece que el márketing nos volverá a regalar grandes nombres de marca o productos tan risibles como el soyrizo, tofurky o tofucken.
El autor de la polémica enmienda es Jean-Baptiste Moreau, diputado del departamento de Creuse por el partido del presidente Macron, La République en Marche. Pero a pesar de que sea presidente de una cooperativa y ganadero de vacas limusinas , parece que no se percibe ningún conflicto de interés en su petición.
Es más, Moreau también ha presionado para conseguir dos cambios más, que desdicen las promesas del presidente Macron en materia de bienestar animal y en el trato con los agricultores.
Moreau propuso en primera instancia que la ley que prohibía comercializar huevos de gallinas enjauladas después de 2022 se aplazara hasta 2028. La medida no tuvo aceptación pero, sorprendentemente, se retiró la prohibición de comercializarlos y se ha dejado a criterio de los empresarios enjaular o no a las gallinas, como también a los conejos.
Por otro lado, el diputado y ganadero expuso sus motivos para no hacer obligatoria la videovigilancia en los mataderos, a lo que el pleno aceptó, sustituyendo el control por vídeo por un vigilante que se encargue del bienestar de los animales.
Finalmente, a instancias de Moreau, la comisión aprobó que ya no se deberá negociar a un año el suministro de productos agroalimentarios entre proveedor y distribución, lo que podría perjudicar la estabilidad de los agricultores y favorecer la especulación. La misma secretaria de Estado del ministerio de Economía, Delphine Gény-Stephann, afirmó que estaban "un poco perplejos" ante la noticia y que consideraba que la enmienda suprime “una disposición central en el marco de las negociaciones comerciales” que, según ella ofrecía “estabilidad a las relaciones comerciales”.
Todo esto se someterá a valoración pública entre el 22 y el 25 de mayo, cuando el Senado emitirá su veredicto.
