PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo Por qué los mexicanos asocian comer picante con machismo Food

Food

Por qué los mexicanos asocian comer picante con machismo

H

 

Un estudio científico utilizó la comida picante para saber más sobre diferencias de género en México a través de 3 simples preguntas

Marc Casanovas

04 Mayo 2018 13:10

Hay una relación directa entre comer mucho picante y una masculinidad tan estúpida como mal entendida. Pongamos un ejemplo.

Reunión de un grupo masculino de amigos en un restaurante mexicano. Tarde o temprano siempre acaba en una competición con una sola norma: gana el macho que coma más comida picante. Aquí el sabor de la comida es lo de menos. Se trata de ser el tipo más duro. Si hay que devorar chile habanero hasta sacar fuego por la boca y que tu lengua explote en mil pedazos, pues se hace. Pero la tortura tiene que ser una procesión interior, no se puede ver que lloras o moqueas como una nenaza... Por esta vez no importan los músculos en el abdomen, las habilidades atléticas o el poder de ligar con las chicas. El gallo del grupo se define por las toneladas de picante entre fajita y fajita.

¿Te suena la escena?

Concurso comida picante

Si lo has presenciado o, aún peor, lo has experimentado en tus propias carnes no te preocupes, no estas solo. Es algo tan patético como normal entre hombres. Así lo ratifica el estudio “Diferencias de género en los rasgos de personalidad con la comida picante" que ha puesto ciencia donde otros solo han sabido ver cultura popular. Los científicos Nadia K.Byrnes y John E.Hayes concluyen que "es posible que los hombres hagan una asociación cultural entre consumir alimentos picantes y construcción de personalidad para lograr una recompensa social”. Es decir, a más picante, más macho dominante y una posición más importante en un grupo de hombres.

¿Pero cómo llegaron a estas conclusiones?

Los científicos Rozin y Schiller preguntaron a mexicanos de zonas rurales una serie de cuestiones sobre "hipotéticos gemelos idénticos", excepto por una cosa: uno comía chile y el otro no. Durante las entrevistas exploraron posibles asociaciones sociales con el consumo de chile. Estas preguntas incluyeron "¿Qué gemelo es más fuerte? ¿Qué gemelo es femenino? ¿Qué gemelo es menos inteligente? La mayoría de los encuestados identificaron al gemelo que comía chile como más fuerte, pero no el más femenino ni el más inteligente. En concreto, la atribución de fuerza a los que comen chile lo relacionaban con la idea mexicana de machismo, lo que indicaba rasgos de osadía y masculinidad.

¿En qué se diferencia un hombre de una mujer comiendo picante?

Evidentemente, nada que ver con el sexo femenino: “Se observaron efectos diferenciales de los rasgos de personalidad en hombres versus mujeres. En los hombres, la sensibilidad a la recompensa se asocia más con el consumo de alimentos picantes, mientras que en las mujeres, la búsqueda de sensaciones se asocia más con el gusto y la ingesta de alimentos picantes”. No todos los hombres y mujeres disfrutan con las sensaciones de ardor en la boca, pero los que lo soportan mejor acaban buscando otro aspecto: ellos la recompensa social y ellas las sensaciones. “Estas diferencias sugieren que en hombres y mujeres, puede haber mecanismos divergentes que conducen a la ingesta de alimentos picantes; específicamente, los hombres pueden responder más a factores extrínsecos, mientras que las mujeres pueden responder más a factores intrínsecos”. Ellos no lo dirán, pero es como decir engorilamiento insano versus curiosidad sana.

En 2014, científicos de la Universidad de Grenoble (Francia) midieron los niveles de testosterona de los participantes en un estudio a través de muestras de saliva, antes de ofrecer varios alimentos a los participantes. Descubrieron que los hombres que agregaban más salsa picante al puré de patatas tenían los niveles más altos de testosterona. "Estos resultados están en línea con una gran cantidad de investigación que muestra un vínculo entre la testosterona y la toma de riesgos financieros, sexuales y de comportamiento”. De esta manera, la clásica competición entre hombres en un restaurante mexicano para saber quién aguanta más parece que tiene una razón biológica: los niveles de testosterona están en juego. Dicho con otras palabras: no podemos evitarlo.

share