Se llaman Olivia, Summer y Das. Entre los tres resembraron en 90 días hasta 15 bosques chilenos arrasados por los incendios
En enero de 2017, Chile vivió una tragedia: las llamas de un incendio engulleron 587 mil hectáreas de bosque. Las investigaciones apuntaron a que muchos de los fuegos eran provocados y hubo hasta 43 detenidos. Pero el mal ya estaba hecho y era enorme, y la tarea de devolverles la vida a los bosques, descomunal. De ahí que iniciativas como la de Francisca Torres y sus perros Olivia, Summer y Das sean acogidas con los brazos abiertos y mucha ilusión.
Feliz dia madre tierra ❤️
Posted by Pewos on Sunday, May 14, 2017
Francisca Torres es entrenadora de perros de asistencia y fundadora de Pewos, una comunidad online donde los perros son el centro para contribuir a la revitalización de los bosques. Ha tenido la idea brillante de llevar a los bosques quemados a sus tres border collie, cargados con unas mochilas llenas de semillas y agujeritos para que vayan saliendo sin prisa pero sin pausa, y dejándolos campar libremente para que con sus carreras y sus juegos siembren nueva vida.
Francisca Torres
Empezaron a hacerlo dos meses después de que las llamas acabaran con el verde de la región de El Maule, cuando Olivia y Summer, hijas de Das, eran todavía cachorras. En cada salida, los perros pueden llegar a recorrer 30 kilómetros y descargar 10 kilos de semillas, unas cifras que superan de largo las que podría hacer un humano.
“¡Les encaaaanta!”, dijo Torres para Mother Nature. “Es una excursión en la que pueden correr tan rápido como quieran y pasarlo bien”.
Francisca Torres
En julio del año pasado, después de 90 días llevando a cabo esta labor, habían conseguido resembrar 15 bosques y ya se podía observar cómo la naturaleza volvía a florecer.
Torres, que ha entrenado personalmente a los perros para que no ataquen a la fauna incipiente que puedan encontrarse, financia de su bolsillo en la mayor medida esta actividad, por la que recibe algunas pequeñas donaciones.
Francisca Torres
Pewos, la comunidad fundada por Francisca, también contribuyó en las labores para paliar los daños que estaban causando los incendios, repartiendo forraje para los animales de granja junto con más voluntarios y conectando a los veterinarios con los perros y gatos que habían resultado heridos en la catástrofe.
La activista contaba para La Nación que le preocupa la situación de las abejas, que a su vez son esenciales para la vida de los bosques. “La situación es súper crítica porque no tienen comida. Las abejas, generalmente en este tiempo se alimentan de algunos árboles más bien autóctonos que todavía tienen flores en este tiempo y ahora no hay nada”, confirmaba su hermana Constanza, que también colabora en la tarea.
[Vía La Nación]