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Reportaje La dieta del fin del mundo. Platillo 2: cosas verdes sin alma Future

Reportaje

La dieta del fin del mundo. Platillo 2: cosas verdes sin alma

06 Marzo 2020 02:40

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Ilustración: Mariana Gutiérrez
 

Nos estamos acabando los recursos naturales y con ello habrá que decir adiós a parte de la comida. En esta segunda entrega de "La dieta del fin del mundo": kelp, algas, nopales...

Si los cambios drásticos de temperatura, si ver cómo los glaciares se derriten en los videos que te mandan por WhatsApp, si la aparición del coronavirus no te han puesto a pensar cómo será el futuro en la Tierra... entonces al menos debería preocuparte qué diablos vamos a comer cuando los ecosistemas parezcan más desierto que bosques, praderas y selvas :(

En la entrega anterior de La dieta del fin del mundo, sobre bichos, ya vimos que los productos animales son cada vez más privativos, pues las vacas consumen mucha vegetación necesaria para el oxígeno. Un dato curioso: en Uruguay hay 3.6 vacas por persona, eso habla del gran culto que tenemos por la deliciosa y jugosa carne.

Dada la imposibilidad de poder seguir acabándonos las tierras con ganado rumiante, tendremos que recurrir a productos vegetales que no son precisamente populares ahora (sobre todo en occidente) y parecen más cosas verdes sin alma que alimento.

Pero ve haciéndote a la idea, porque estas plantas te obligarán a buscar a tus amigos veganos para pedirles recetas.

Las primas algáceas

Según especialistas de la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, eso significan las siglas de esa sudadera que ves tanto), para más o menos el año 2050 vamos a estar comiendo cosas verdes tan insípidas como el kale o diversas variedades de algas.

Precisamente a las algas les han visto un gran potencial. Estas pueden alimentar a humanos y animales, son las plantas que más rápido crecen en el mundo y se cultivan en el océano, una gran ventaja con la tierra y el agua dulce que ya escasea.

Las algas comestibles (porque hay que aclarar que no todas lo son), aportan una amplia gama de nutrientes esenciales como vitaminas A, B1, B2 y C, sodio, calcio, cloro, potasio, fósforo, magnesio, hierro —todos ellos minerales esenciales para el organismo—, fibra, proteína y ácidos grasos insaturados.

Eso sí, su alto grado de yodo las hacen dañinas hacia problemas de tiroides, por lo que su consumo debe ser moderado, sobre todo para quienes no las han comido toda su vida, como la gente de China y Japón con flora intestinal ya evolucionada para resistir ingerirlas a diario.

algas
Las algas, comidas en pequeñas porciones, son un súper alimento

Además, diversos estudios científicos también dicen que el biocombustible derivado de las algas (biodiesel) podría ayudar a reducir la necesidad de combustibles fósiles.

En España, el chef Ángel León, del famoso restaurante Aponiente, ya hace muchos platos basados en algas y hasta tiene un helado de plancton.

¿A poco no lucen más atractivos los nombres espirulina, fucus, kombu, wakame, arame o nori? ¿Con esto estaremos en verdad aportando una solución o sólo trasladando (más) el problema a los océanos? Bueno, de eso que se preocupen quienes escriban este tipo de artículos en el 2050.

Kelp, tu nuevo mejor amigo

Parecen algas, son de la familia de las algas, pero su nombre comercial centennial es “kelp”. Son ricas en minerales y vitaminas (calcio y el yodo y vitaminas K y E) esenciales para la vida humana y los proporcionan hasta 10 veces más que las frutas y verduras que crecen en arbolitos.

Si te suena a algo que puede ser parte de esos suplementos alimenticios que consume esa gente que va al gimnasio con obsesión, estás en lo correcto, pero también se usan en ensaladas, sopas asiáticas o incluso en helados. Una de las razones por las que son tan socorridas entre vigoréxicos es que aumentan el metabolismo, facilitando la digestión. Se utilizan además para bajar de peso porque su consumo es hipocalórico y dan sensación de saciedad.

Esta cosa llamada kelp la extraen de aguas poco profundas alrededor del mundo y es de un color marrón verdoso. En Japón y China ya llevan muchos años comiéndolas e integrándolas a sus menús, de hecho son los mayores consumidores de esta planta.

No obstante, en diversas ciudades en Estados Unidos, los chefs asiáticos ya las introducen en esos menús tan cool donde ni se siente que se esté comiendo plantas babosas. A la par, reproducirlas se ve como una gran alternativa para bajar la temperatura de golfos como el de Maine, que ha aumentado su calor en los últimos 30 años.

En dicha región al norte de Estados Unidos, la empresa Atlantic Sea Farms ya la cultiva para ir preparando a la población a lo que será un futuro no tan lejano. Si entras a su sitio web, podrás ver todo tipo de recetas con kelp, ¿dirías que podrías disfrutar tacos, hamburguesas o pastas hechos con esto? Sí, comida de verdad, no como esos tazones de Instagram que se ven “deli”, pero parece que comeremos agua estancada.

El buen nopal

En México, bueno no en tooodo el país sino más bien en la región central y sur, los nopales son un alimento muy preciado para los tacos, ensaladas, sopas, botanas, tortillas y hasta dulces. Según datos de la FAO, se consumen alrededor de 6.4 kilos anuales por persona y es alimento recurrente para el ganado.

En el norte del territorio mexicano miran un poco con desprecio a esta cactácea, pero la realidad es como la octava maravilla en el mundo de la ciencia: del nopal sale combustible, imitación de piel, medicamentos, suplementos alimenticios, pues es altamente versátil. Punto extra es su valor nutrimental, accesibilidad, sabor y bajo impacto ambiental.

nopales dieta del fin del mundo
Los nopales son una cactácea rica en fibra

Varios españoles que llegaron a México tras la Guerra Civil se dieron cuenta de cómo aquí se preparaban festines con esas cactáceas que ellos pensaban eran incomibles para humanos (fuera de México se usa como forraje). De haberlo sabido, dicen, no habrían pasado tanta hambre durante la época de conflicto.

Cuando el calentamiento global haya dejado territorios con un desierto inmenso, ahí estarán los cactus con nopales para salvarnos de una hambruna. Para prueba, la sequía que hubo en Madagascar y la gente sobrevivió con estos usándolos como alimentos, forraje y agua para la población local y su ganado. La misma zona había llegado a sufrir una grave hambruna como resultado del empeño en erradicar la planta, considerada por algunos una especie invasora sin valor, pero al saber de sus propiedades, fue reintroducida rápidamente.

“El cambio climático y la creciente amenaza de las sequías son razones importantes para promover el humilde cactus al estatus de cultivo esencial en muchas áreas”, aseguró Hans Dreyer, director de la División de Producción y Protección Vegetal de la FAO.

Porque los mexicanos podemos ser malos en el futbol, pero jamás en la comida. 

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