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Life
Padece acondroplasia, la causa más común de enanismo, y su activismo crítico a favor de la inclusividad la ha convertido en una de las voces más respetadas del sector
01 Octubre 2019 13:15
Imagina que cada vez que compras un café, el mostrador es tan alto que el dependiente no puede verte. Que para cerrar el pestillo de los baños públicos necesitas usar una papelera como escalera. O que la única forma de encontrar ropa de tu talla es rebuscando en la sección infantil de las tiendas.
Pues estas son solo algunas de las situaciones en las que, según Sinéad Burke, el diseño impacta directamente en la dignidad de una persona que padece acondroplasia, la causa más común de enanismo.
Esta activista, profesora e influencer de metro y cinco centímetros de altura se dio a conocer hace un par de años gracias a una conmovedora charla TED llamada ¿Por qué el diseño debería incluir a todos?, donde afirmaba que el diseño inhibía su autonomía e independencia. "A menudo olvido mi estatura, pero el entorno físico y la sociedad me lo recuerdan", explicaba en el discurso.
Fue a partir de entonces que aprovechó el merecido interés que había despertado en los medios para sacarle los colores a la industria de la moda. Y no solo lo consiguió, sino que además se convirtió en una de las figuras más respetadas del sector.
Gucci, Prada, Ferragamo o Christopher Kane han adaptado sus diseños a su tamaño, e incluso Burberry le ha hecho todo un guardarropa a medida. Las grandes firmas la invitan a fiestas y desfiles. Incluso en la pasada edición de la semana de la moda de Londres ocupó el front row de los shows de Victoria Beckham, Roksanda o Richard Malone, donde además le proporcionaron un pequeño peldaño para que alcanzara su asiento.
Su popularidad también la ha llevado a posar para Tim Walker en la portada de una edición sobre "la era de la influencia" del Business of Fashion. La edición británica de Vogue también la incluyó en la lista de las mujeres trabajadoras más poderosas de Gran Bretaña en 2018, donde ejerció de editora invitada, además de protagonizar su portada de septiembre.
Aparte de trabajar como asesora de accesibilidad y educación en el Consejo de Estado de Irlanda, también ha dado varias conferencias sobre la importancia de la inclusión en el diseño en el Foro Económico Mundial de Davos. Aunque su mayor altavoz son sus redes sociales, donde cuenta con más de 100.000 seguidores, además de su reciente podcast llamado As me.
A Sinéad Burke le obsesiona la moda desde que tiene uso de razón. Solía pedirse la edición del Vogue América de septiembre por su cumpleaños, aunque era tan gruesa que ni siquiera podía sostenerla. De modo que se pasó la adolescencia envidiando a sus cuatro hermanas por poder vestir toda esa maravillosa ropa que a ella le quedaba demasiado grande.
Pero, ¿cómo podía sentir esa atracción por un mundo que no paraba de darle la espalda? “Uso la ropa como armadura”, explicó en The Guardian. “Entendí que la moda era poderosa y que acceder a mejores prendas podía ayudarme a aliviar algunos de los desafíos que había experimentado en el pasado”.
La única forma de lograrlo era ganándose un hueco dentro del sector. "Es ahí donde ocurre el cambio", dice. Solo así consiguió que su historia conmoviera a toda una industria que hasta entonces la había olvidado por completo. A ella y a todos esos cuerpos no normativos como el suyo.
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