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El escritor que se rió del fantasma de Borges sigue vivo (de momento)

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Suspendida la demanda contra Pablo Katchadjian por 'El Aleph engordado'

Xaime Martínez

17 Mayo 2017 14:54

Jorge Luis Borges fue un gran bromista.

Muchos de sus cuentos son verdaderamente chistes para lectores obsesivos, y sus libros tienen —como los de los maestros del humor— un fondo de sorpresa y desesperación.

Quizá por ello, porque procedimientos como los que propone Borges en relatos como Pierre Menard, autor del Quijote lo acercaron al apropiacionismo y al arte conceptual, resulta más extraño que María Kodama, su viuda, acusase al escritor Pablo Katchadjian de plagio.

Katchadjian es un autor argentino que en 2009 publicó un libro llamado El Aleph engordado en el que agregaba palabras al famoso cuento de Borges, "El Aleph".

María Kodama, heredera de los derechos de Borges, denunció a Katchadkian por plagio en 2011. A finales de 2016 el autor de El Aleph engordado fue procesado por defraudar "los derechos de propiedad intelectual", pero después de que su abogado recurriese a una instancia superior y tras  presentar textos de diferentes universidades que apoyaban a Katchadjian, la Cámara de Apelaciones ha dado la razón a este último.

En su libro, Pablo Katchadjian sustituía por ejemplo una frase original como «la candente mañana en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo» porpti «la candente y húmeda mañana en que Beatriz Viterbo finalmente murió, después de una imperiosa y extensa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo ni tampoco al abandono y la indiferencia».

De esta forma, Katchadjian creaba un texto raro que podía leerse tanto como un homenaje o como una crítica a la técnica borgiana (su brillante manera de adjetivar, calculadamente imprevisible, ocasionó una plaga en la prosa argentina, según recuerda Ricardo Piglia en sus diarios).

La Justicia ahora ha apoyado la curiosa propuesta de Katchadjian como procedimiento literario legítimo, lo cual ha sido una alegría para buena parte del mundo literario argentino.


A pesar de todo, este podría no ser el final de la historia, ya que María Kodama aún puede apelar a un tribunal más alto.

Como en "Tres versiones de Judas", el cuento de Borges, parece que la recurrencia es infinita.

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