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Artículo 10 años después de la crisis en Grecia, el suicidio y la depresión no se han ido Now

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10 años después de la crisis en Grecia, el suicidio y la depresión no se han ido

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Un problema público de salud mental sin presupuesto para hacerle frente

R.M.

05 Febrero 2019 12:56

La crisis financiera mundial golpeó con especial fuerza a Grecia. Los recortes impuestos por la Troika —la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional— para sanear la economía griega no solo supusieron un fuerte golpe al tejido social del país heleno, sino que derivaron en una crisis pública de salud mental: los suicidios y las depresiones se dispararon como nunca.

10 años después la situación no parece haber mejorado. Los recursos dedicados a la sanidad, en especial, a la salud mental, fueron reducidos a la mitad en 2012 y desde entonces han sufrido pequeños recortes. Esta situación, junto a las alarmantes cifras, han provocado que las instituciones psiquiátricas estén desbordadas, con más pacientes que camas y un ratio de médicos y personal sanitario por enfermo insostenible.

Según un estudio del Consejo de Europa cuyos resultados se hicieron públicos en noviembre pasado, los suicidios han aumentado un 40% en el período 2010-2015, fruto de una epidemia de depresiones. Aunque las cifras de suicidio para Grecia siguen siendo relativamente bajas en comparación con su entorno (5 por 100.000 habitantes contra 15,4 por 100.000 habitantes en la media europea, según la OMS), el ratio ha crecido en los últimos años de 3,3 suicicios por 100.000 habitantes a 5 por 100.000.

Según The New York Times, la organización Klimaka, que se dedica a combatir esta plaga, denunció que el año pasado aumentaron en un 30% las llamadas de urgencia a su línea telefónica para atención al suicidio y las visitas se multiplicaron en su centro de día.

Los datos, además, no reflejan cientos de suicidios indocumentados por la resistencia de la Iglesia Ortodoxa griega a dar sepultura a quienes se quitan la vida, por lo que el número podría ser mayor.

Tras conocerse las cifras, las autoridades griegas han llamado un plan de concienciación para combatir la depresión y el suicidio. Pero sin los recursos suficientes y una población que todavía arrastra las heridas de la crisis, con cientos de miles de desempleados y personas que perdieron sus negocios, el escenario parece poco prometedor.

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