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Artículo 9 causas legales emblemáticas que marcaron el futuro de la comunidad LGBTIQ+ Now

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9 causas legales emblemáticas que marcaron el futuro de la comunidad LGBTIQ+

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Todos hicieron historia tras pasar por el Tribunal Supremo de los EEUU, igual que podría pasar con los casos sobre discriminación laboral por motivos de sexo que este martes se discutieron en la Corte

PlayGround

09 Octubre 2019 19:43

La legalización del aborto, el fin de la segregación racial o la despenalización de la quema de banderas son solo algunos de los derechos que la sociedad estadounidense se ha ganado a pulso gracias al análisis de algunos casos particulares.

Esta vez, el Tribunal Supremo tiene la oportunidad de volver a hacer historia con una declaración que podría cambiar el futuro de la comunidad LGTBI.

La audiencia de este martes abordó si la Ley de Derechos Civiles de 1964 que bloquea la discriminación laboral por motivos de sexo protege del mismo modo a personas gais y transgénero. Las dos Américas se hicieron palpables cuando cinco jueces de perfil conservador y cuatro progresistas discutieron tres casos muy concretos de despidos por motivaciones homófobas y transfobas.

Desde los disturbios de Stonewall de hace 50 años, los estadounidenses han conseguido grandes logros en materia de derechos LGTBI, algunos gracias a una resolución favorable por parte del Supremo. Estos son algunos de los casos más significativos que se discutieron en la Corte, con mejores y peores consecuencias para la comunidad queer.

One, Inc. vs Olesen (1958)

Uno de los primeros casos que el Supremo consideró hacía referencia a la libertad de expresión.

En 1953, un editor lanzó ONE: The Homosexual Magazine, la primera revista de la historia dirigida a lectores homosexuales y ampliamente distribuida en Estados Unidos según la One Archives Foundation

Poco después de su debut, sus ediciones de agosto y octubre fueron incautadas por las autoridades postales de Los Ángeles, que argumentaron que la publicación violaba las leyes de obscenidad.

Sin embargo, el Supremo desestimó la decisión de un tribunal inferior y, de este modo, su decisión confirmó el derecho a la publicación de medios LGTBI.

Baker vs. Nelson (1972)

El Supremo consideró el matrimonio entre personas del mismo sexo por primera vez en 1972, aunque no propició ningún cambio significativo para la comunidad LGTBI.

El caso que desencadenó la resolución afectaba directamente a una joven pareja de Minneapolis. Richard John Baker y James Michael McConnell tenían tan claro que querían casase que uno de ellos incluso se matriculó en la facultad de derecho para descubrir la mejor forma de hacerlo.

El esfuerzo de la pareja fracasó cuando el Supremo desestimó el caso "por falta de una cuestión federal sustancial". Sin embargo, consiguieron casarse de todos modos tras obtener una licencia de matrimonio en otro condado. Para conseguirlo, Baker tuvo que cambiar su nombre por el de Pat Lyn McConnell.

En 2018, un juez de Minnesota dictaminó que el matrimonio era totalmente válido.

Bowers vs. Hardwick (1986)

El movimiento de derechos LGTBI recibió un duro golpe cuando el Supremo defendió una ley de sodomía en 1986.

El sujeto del caso, Michael Hardwick, había sido pillado por un oficial de policía de Georgia en 1982 teniendo sexo oral con otro hombre.

El Supremo sostuvo un fallo en la protección igualitaria de la 14ª Enmienda que, según la opinión del juez Byron White, no impedía que los estados penalizaran el sexo privado y consensuado entre personas del mismo sexo.

"En un contexto en el que muchos estados han criminalizado la sodomía y todavía lo hacen", dijo White, "afirmar que el derecho a participar en tal conducta está 'profundamente arraigado en la historia y tradición de esta nación' o 'implícito en el concepto de libertad ordenada "es, en el mejor de los casos, gracioso".

Karen Loewy, abogada experta en derechos LGTBI, le dijo a Time que en ese caso el Tribunal hizo un esfuerzo especial para dejar en claro que el caso se aplicaba a las personas del mismo sexo, a pesar de que la ley no se refería a los géneros de las personas involucradas. “Etiquetó a las personas LGTBI como criminales en todos los sentidos”.

Robin Maril, Director Legal Asociado de la Campaña de Derechos Humanos, señala que la conversación en esa época estuvo totalmente moldeada por la epidemia del Sida. Muchas personas que temían esa enfermedad todavía misteriosa la relacionaban directamnente con la promiscuidad de los homosexuales. “Creo que el VIH sacó lo peor de los Estados Unidos”.

Romer vs. Evans (1996)

En esta decisión del Supremo se dictaminó que la ley no podía discriminar directamente a las personas LGTBI.

El caso que lo favoreció giraba en torno a la enmienda de una ley de Colorado, que prohibía a las ciudades aprobar leyes que protegieran a las personas homosexuales. El Supremo dictaminó que la ley no se adhería a la cláusula de protección igualitaria de la 14a Enmienda por cómo diferenciaba del resto a un grupo determinado.

"Incluso si, como afirma el estado, los homosexuales pueden encontrar protección en las leyes y políticas de aplicación general", dijo el juez Anthony Kennedy, “esta ley va mucho más allá de simplemente privarlos de derechos especiales ya que impone una amplia discapacidad solo a esas personas”.

Boy Scouts de América vs. Dale (1996)

Ese mismo año, el Supremo también se pronunció a favor de una organización privada que pedía distinguir a las personas LGTBI bajo unas reglas específicas y discriminatorias.

En 1990, los Boy Scouts decidieron expulsar a James Dale tras ser identificado en un periódico como líder de la Alianza Lesbiana/Gay de la Universidad de Rutgers.

El Tribunal de Nueva Jersey encontró que los Scouts habían violado la ley antidiscriminatoria del estado, pero esa decisión fue anulada por el Supremo porque esta decisión violaría su derecho a la libertad de asociación de la Primera Enmienda.

"No fue hasta 2013 que el grupo decidió poner fin a la prohibición de los niños homosexuales como miembros, pero aun así continuó la prohibición de los líderes adultos homosexuales", escribió Dale en un artículo de opinión de 2015 en Time.

Obergefell vs. Hodges (2015)

Un grupo de 14 parejas del mismo sexo y dos hombres cuyas parejas fallecieron se unieron y ganaron una de las mayores victorias del movimiento LGBTQ: el matrimonio.

Los demandantes argumentaron que los funcionarios estatales violaron la cláusula de protección igualitaria de la 14a enmienda al prohibirles casarse o no reconocer los matrimonios igualitarios realizados en otros estados.

"Es degradante excluir a las parejas del mismo sexo de una institución central de la sociedad de la nación, ya que ellas también pueden aspirar a los propósitos trascendentes del matrimonio", dijo el juez Kennedy en la opinión de la corte.

La abogada Karen Loewy argumenta a Time que esta decisión tuvo un profundo impacto cultural, porque le dio a las personas LGBTBI un "lenguaje común" con las personas heterosexuales.

Masterpiece Cakeshop, Ltd. vs. Comisión de Derechos Civiles de Colorado (2018)

El caso de un panadero que se negaba a hacer pasteles de boda para matrimonios igualitarios llegó al Supremo a pesar de que en 2018 las personas LGTBI podían casarse legalmente.

Jack Phillips, el panadero de Colorado, argumentó que hornear pasteles requería de sus "habilidades artísticas" y que verse obligado a hornear el pastel habría infringido su libertad de expresión y sus derechos de practicar su religión.

Sin embargo, el Supremo dictaminó que el argumento de Phillips dependía de la "hostilidad inadmisible del estado hacia sus creencias religiosas", e incluso comparó sus creencias religiosas con la defensa de la esclavitud o el Holocausto.

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