Llevan más de dos años y medio de espera y decenas trabas por el camino. Los familiares de ocho personas enterradas en el Valle de los Caídos aún no han podido exhumar los cuerpos de sus familiares. Tienen una sentencia judicial a su favor y el permiso de Patrimonio Nacional; sin embargo, el principal responsable de la abadía se niega ahora a cumplir con la resolución.

Una docena de personas —familiares de estos ocho muertos— han dado ahora un paso más allá y han denunciado al prior de la mayor fosa común de España, el padre Santiago Cantera, por negarse a exhumar los restos.

El abogado de la familia, Eduardo Ranz, afirma en un comunicado que las familias impulsoras de la causa “han visto reconocido por Patrimonio Nacional su derecho a exhumar”. También se ha resuelto que el Valle de los Caídos es una sepultura de cementerio público y no religioso.

Las familias de estos ocho cuerpos —dos pertenecientes al bando nacional y seis al republicano— también reclaman al prior de la abadía una disculpa cristiana y civil a todas las víctimas

Las familias de estos ocho cuerpos —dos pertenecientes al bando nacional y seis al republicano— también reclaman al prior de la abadía una disculpa “cristiana y civil con todas las víctimas del franquismo” y que se entreviste personalmente con algunas de estas víctimas. También exigen que se le condene a realizar los trabajos a pie de fosa.

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El padre Santiago Cantera hasta ahora se ha negado a permitir el paso a varios técnicos del Estado; también ha impedido la instalación de una microcámara y envió una carta en la que informaba de que vetaba la entrada en la iglesia. Cantera está incumpliendo una resolución de 2016, la primera que cuestionaba la legalidad del franquismo. Asimismo en el año 2017, Patrimonio Nacional reconoció el derecho a la exhumación de los restos mortales de Manuel y Antonio Ramiro Lapeña Altabás.

Los hermanos Lapeña fueron los primeros en encontrar el respaldo judicial. Luego, llegó el resto. Su denuncia, junto a otras cinco posteriores, buscaba exhumar los huesos de algunas de las 33.387 personas enterradas en el conjunto monumental construido por Franco y con trabajo esclavo. Bajo sus cimientos, casi la mitad de los cadáveres siguen sin identificar, muchos eran republicanos represaliados a quienes se trasladó allí sin permiso de sus familias.