PSOE solo tiene 3 días para negociar con el resto de los partidos quitar al PP del poder mientras los acólitos del presidente llaman a Sánchez “enemigo del Estado de derecho y de toda España”
“Nos encontramos con una estructura organizada que extiende sus ramificación hasta introducirse en la Administración controlada por el Partido Popular”. Así se refiere la sentencia de la Gürtel al PP del presidente Mariano Rajoy emitida por la Audiencia Nacional el 24 de mayo. El 25 de mayo, apoyándose en la conclusión judicial, Pedro Sánchez, líder del PSOE, presentaba una moción de censura contra el gobierno de Rajoy. Este lunes, esa moción de censura ya ha sido admitida por la Mesa del Congreso.
Los plazos
A partir de aquí, se iniciará un plazo de dos días para que otros grupos parlamentarios puedan presentar otras alternativas a la moción de Sánchez. No se espera que ocurra. La presidenta del Congreso, Ana Pastor ha fijado la fecha del debate de la moción, que no puede tener lugar antes de los cinco días después de su presentación, para el 31 de mayo y 1 de junio.
Guerra total
La contienda se libra tras dos semanas de buena sintonía entre el PP y el PSOE. Hace solo unos días ambos partidos aunaron fuerzas contra el “aprovechategui” de Albert Rivera en un momento en el que todas las encuestas le daban la victoria en unas posibles elecciones. También determinaron que había que mantener el 155 porque el president de la Generalitat, Quim Torra, ha nombrado como consellers a personas en prisión. Ahora sin embargo, los dos partidos han iniciado fuego indiscriminado. Sánchez con la presentación de la moción, el PP lanzando fuego en cada declaración. Nada más conocer la moción, Rajoy acusaba a Sánchez de debilitar al país. Pero han sido sus acólitos los más virulentos. Este sábado, Fernando Martínez-Maillo llamaba al del PSOE “Judas de la política Española”. Un día después, María Dolores de Cospedal tildaba a Sánchez de “enemigo del Estado de derecho y de toda España”, identificando a España con el PP.
Elecciones inmediatas
Para que la moción de censura prospere y Rajoy sea retirado del Gobierno, hace falta una mayoría absoluta, es decir, 176 escaños. PSOE tiene 85 y Podemos y sus coaliciones, que ha dicho que apoyan incondicionalmente a Sánchez, 71. Entre los dos solo sumarían 156 escaños, insuficientes para quitar a Rajoy. En su búsqueda de apoyos, Sánchez contactó también con Ciudadanos, que con sus 32 escaños sumaría 188 a la ecuación de los tres partidos líderes de la oposición contra el PP. Pero Ciudadanos no está conforme con el plan: si sale adelante la moción, Sánchez sería presidente y en estos momentos todas las encuestas de intención de votos le dan precisamente a Rivera el cargo. Por lo tanto, los naranjas piden una moción instrumental que eche a Rajoy y la convocatoria inmediata de elecciones. Pero el PSOE se resiste a ese plan y sostiene que no van a “negociar nada” y apelan a la responsabilidad democrática.
PNV, de nuevo la clave
Ante la imposibilidad del apoyo de Rivera, Sánchez no tendrá más opciones que la de negociar con los secesionistas ERC y PdeCat y el resto de los partidos del Congreso: Coalición Canaria, PNV y Bildu. El problema es que los secesionistas apoyarán la moción de censura solo en el caso de que Sánchez apoye el fin del 155 (con el que estuvo muy de acuerdo delante de Rajoy) y que libere a los políticos catalanes en prisión y permita la vuelta de los que están en el exilio. Incluso si Sánchez accede a las demandas, PSOE, Podemos, ERC y PdeCat solo sumarían 173 escaños. Sánchez necesita los 5 del PNV igual que Rajoy los necesitaba para sacar adelante los presupuestos del Estado. Por lo que PNV se coloca de nuevo como la llave de quitarle el poder a Rajoy o dejarlo en sus manos.