El cardenal George Pell, uno de los miembros más antiguos de la Iglesia católica en Australia y poderoso jefe de finanzas en el Vaticano, se enfrentará a dos juicios por abusos sexual a menores.
La jueza Belinda Wallington ha decidido sentar en el banquillo a Pell, de 76 años, imputado por pederastia el pasado junio. El cardenal deberá afrontar los cargos que se refieren al tiempo que fue sacerdote en Ballarat (Australia), su ciudad natal, durante 1979 y 1984. Luego se le imputan cargos cuando fue arzobispo de Melbourne en la década de 1990.
Debido a que gran parte del caso está bajo secreto de sumario, se desconoce el número de víctimas y detalles de las acusaciones de los delitos sexuales. La acusación viene después de que el Gobierno australiano mandara en 2012 una investigación sobre abusos sexuales. La Comisión encargada revisó 4.444 denuncias producidas entre 1980 y 2015 y escuchó los testimonios de las víctimas que sufrieron abusos sexuales en orfanatos, iglesias, escuelas y otras instituciones públicas y religiosas.
El cardenal, que empezó a declarar en la investigación como testigo -había estado al frente del arzobispado de Melbourne durante parte de esos años-, negó tener conocimiento de lo que las agresiones denunciadas. La jueza ahora considera que existen suficientes indicios para encausarle por cometer o encubrir agresiones sexuales.
"Soy inocente de estos cargos, son falsos. Toda la idea del abuso sexual es aborrecible para mí", ha declarado el cardenal a los medios, negando todas las acusaciones.
El Papa Francisco, que trata de remediar la ocultación histórica de los abusos sexuales de miembros católicos a menores, ha visto salpicado al todopoderoso tesorero del Vaticano. El caso de Pell visibiliza como personas que presuntamente cometieron delitos sexuales durante su trayectoria fueron ascendiendo sin consecuencias.
Pell, que se retiró temporalmente de sus funciones el pasado junio para centrarse en su defensa, no ha sido cesado de su cargo.
En estos días, el Papa se está reuniendo con víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia en Chile.