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La casa del horror en California: los 13 hijos secuestrados vivían en condiciones infrahumanas

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Tenían prohibido ducharse más de una vez al año. No iban a la escuela. Y solo tenían permitido escribir en diarios.

A.P.G.

19 Enero 2018 12:34

“Depravación humana”, así es como los investigadores han definido la casa de los horrores en California, el lugar en el que permanecieron secuestrados durante años los trece hijos del matrimonio Turpin.

El domingo salió a la luz esta historia atroz después de que una de las dos hijas, de 17 años, lograra salir a la calle para pedir auxilio. Los hermanos llevaban dos años planeando la escapada.

Cuando las autoridades accedieron al domicilio, hallaron tres niños encadenados a la cama —uno de los “castigos” comunes que se aplicaban en la familia—. El resto de hermanos, de entre 2 y 29 años, se encontraban malnutridos y aparentaban menor edad de la que tenían debido a su bajo peso. La casa apestaba.

Según el fiscal que lleva el caso, los niños no tenían permitido salir al exterior, solo se podían duchar una vez al año y no estaban escolarizados, excepto uno de los mayores. El resto solo tenía permitido una actividad: escribir diarios.

Familia Turpin

Según las informaciones recabadas y publicadas por medios locales, hay cientos de diarios esparcidos por toda la casa en los que se describe algunas de las violencias y crueldades a las que eran sometidos.

Los padres les castigaban atándoles a los muebles con candados durante semanas o meses. No les alimentaban, pero de vez en cuando se atiborraban con copiosas comidas delante de ellos

Los padres les castigaban atándoles a los muebles con candados durante semanas o meses. No les alimentaban, pero de vez en cuando se atiborraban con copiosas comidas delante de ellos. También compraban pasteles de chocolate y los dejaban encima de la mesa pese a que tenían expresamente prohibido comerlos. También había muchos juguetes que no podían tocar, según The Independent.

Según el fiscal, los trece hijos sufren serias deficiencias de capacitación. Al ser interrogados, no sabían, por ejemplo, el significado de “policía” o “medicina”. Solo uno de ellos llegó a ir a la escuela, el mayor. Su madre se levantaba temprano, lo dejaba en la puerta de la escuela y luego lo conducía hasta casa de la forma más discreta.

Los Turpin están acusados de 12 cargos de tortura y 12 cargos de secuestro, 7 cargos de maltrato a adultos (por los mayores de edad) y seis cargos de maltrato a menores. El hombre está acusado, al menos, de un cargo por abuso sexual sobre una de las niñas.

Son solo doce cargos de tortura porque, según el fiscal, el bebé de 2 años sí aparentaba estar "bien cuidado".

La fiscalía cree que el maltrató a los hijos se prolongó durante muchos años, aunque se intensificó al mudarse a California. Previo a eso, habían ocupado cuatro domicilios distintos en diferentes puntos de Estados Unidos.

Los investigadores se preguntan por qué nadie advirtió el horror que se vivía en casa de los Turpin, ni vecinos, ni profesores, ni personas del entorno. El padre, David Turpin, según The New York Times, trabajaba como contratista de empresas de defensa e ingresaba 140.000 dólares al año. La familia disponía de cuatro coches.

La fiscalía también investiga si los trece hijos nacieron en hospitales y en qué hospitales.

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