Nada pudo detenerla: reventó una valla metálica, rompió el brazo de un hombre que trataba de atraparla y escapó nadando a una isla en la que, al fin, es libre
Veganos, vegetarianos, animalistas y personas que siempre usan la frase topicazo de “a mí me caen mejor los animales que las personas”, esta historia va a sacaros una sonrisa aunque estéis sintiendo este lunes como un hachazo en la nuca.
Gary Yourofsky, aparta del medio, tenemos una nueva gurú del veganismo: la vaca polaca que logró escapar cuando estaba camino al matadero llevándose todo lo que hiciera falta por delante y se refugió nadando en una isla, donde ahora vive libre.
La protagonista de nuestra historia (que no tiene nombre, y después de media hora dándole vueltas, he sido incapaz de rebautizar con uno que le haga justicia) consiguió salvar su vida cuando, el mes pasado, se negó a montar en el camión que la conduciría a ser asesinada en el matadero.
Para ello, la vaca tiró abajo una valla metálica y salió fuera del recinto. Cuando su “dueño”, un tal señor Lukasz, trató de engancharla de vuelta, ella le rompió el brazo para soltarse. Así lo explicó el programa de noticias polaco Wiadomosci.
El señor Lukasz claramente no tiene muchas luces si piensa que puede arrastrar a un animal que pesa más de diez veces que él y claramente tiene intenciones de huir.
La vaca, que estaba junto al lago Nysa, al sur del país, decidió entonces echar a nadar y afincarse en una isla próxima. Lukasz dice que incluso llegó a bucear para alcanzar su destino. Cuando los bomberos trataron de ir a atraparla, la vaca huyó nadando otros 50 metros a una península cercana. Según pudieron confirmar, el animal está muy asustado, pero sano.
Después de una semana tratando recuperar al animal para enviarla con el resto de compañeras a rellenar por fascículos bandejas de poliespán con su cuerpo desmembrado, el señor Lukasz pensó que lo mejor sería disparar al animal en la cabeza y matarlo. Por suerte, la difusión de la historia hizo que los políticos se involucraran en el asunto y asegurasen que la vaca libertaria podría vivir en paz.
Finalmente, Lukasz se resignó y — probablemente para no parecer un monstruo delante de toda la nación — empezó a llevarle al animal alimento para que pudiese sobrevivir en su exilio.
Según explicó el miércoles el político y ex cantante Pawel Kukiz en un post de Facebook la “vaca heroína” (como él la llamó) está oficialmente a salvo.
“Escapó heroicamente y se infiltró en una isla en el medio del lago, donde sigue a día de hoy. No sucumbió a los bomberos que querían transportarla en barco y sigue estando en el campo de batalla”, escribió Kukiz. “No soy vegetariano, pero la fortaleza y la voluntad de luchar por la vida de esta vaca es incalculable. Por lo tanto, decidí hacer todo lo posible para que la vaca fuera entregada en un lugar seguro y en la segunda etapa, como recompensa por su actitud, darle la garantía de un retiro a largo plazo y la muerte natural ".
Solo una nota: vivir no es una recompensa, es un derecho. Esa vaca, y todas las demás, deberían tener derecho a vivir y morir en paz, sin necesidad de realizar un acto que desde la visión humana se considere “heróico” o “valiente”.
No es heroísmo, señor, es solo un animal aterrorizado dejándose llevar por su instinto de supervivencia para no morir. Dejarla vivir no debería ser un "premio", y es claramente un gesto de marketing político, no un reflejo de buenos valores.