Ya es la segunda vez que el presidente electo se muestra misógino y falta el respeto a las periodistas
No quería contestar y pensó que la mejor manera de evitar la pregunta era faltándole el respeto a una periodista. A pesar de que millones de votantes depositaron sus esperanzas de cambio en el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, que ganó las elecciones a la presidencia de México el pasado julio, sus actitudes hacia las mujeres están siendo más que cuestionables. Esta es la segunda vez que AMLO, que en diciembre relevará a Enrique Peña Nieto, incurre en faltas de respeto hacia mujeres periodistas, perpetuando el trato misógino.
La última escena grotesca tuvo lugar en Mexicali el 21 de septiembre en su “gira de agradecimiento” con motivo de su victoria electoral. El presidente electo se hallaba en el estado de Baja California cuando Lorena García, reportera del diario El Mexicano, se le acercó mientras este se encaminaba al coche y le preguntó:
“Señor, ¿le interesa el triunfo electoral aquí en Baja California para el próximo año para su partido?”. La respuesta de AMLO fue besarla en la mejilla y seguir caminando. Como si a falta de la respuesta que no pensaba dar, un beso fuera a contentar a la periodista.
Lorena García declaró para Radio Fórmula: “Nunca me había pasado, en mis 19 años como reportera de prensa escrita, una situación como esta. Sí hay cierta molesta de mi parte porque finalmente hay una invasión a mi espacio vital”. Consideró que el beso de AMLO fue inapropiado porque estaba trabajando y porque no fue “ni pedido, ni esperado, ni solicitado”.
La respuesta por parte del responsable de la estrategia de comunicación de AMLO, Jesús Ramírez Cuevas, dijo para la cadena de televisión MVS que “si esto ofende al público es algo que tenemos que reflexionar nosotros, pero no es con mala intención”. Y concretó que si la periodista “se sintió ofendida, por supuesto que eso hay que señalarlo porque se trata de respetar a las personas”.
A principios de septiembre, AMLO también se mostró irrespetuoso con otras periodistas, a las que se dirigió desde su coche oficial como “corazoncito” después de que le cuestionaran el apoyo de su partido al Partido Verde en Chiapas. “No voy a hablar de eso, corazoncito”, dijo, y reiteró “voy a la reunión ahora con los legisladores, corazones, corazoncitos, corazoncitos”.
Entonces AMLO no se disculpó, sino que se defendió un día más tarde cuando le preguntaron por haberse salido así de la tangente: “Son ustedes mis corazones, mis corazoncitos, yo les estimo mucho, les quiero. Yo llevo a la práctica el principio filosófico del amor al prójimo: amor y paz, ¿cómo les voy a tratar? Pues así con cariño, no soy autoritario, soy feliz, gracias a la vida. Siempre les voy a tratar así, con respeto y con cariño”.
La directora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), Regina Tamés, lo dejó claro: “Jamás se hubiera referido a los reporteros hombres con este tipo de adjetivos peyorativos. Es una pena que tantas mujeres hayan votado por él, un hombre que se dice de izquierda y repite los mismos patrones misóginos que han sido normalizados en nuestra sociedad”.