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La tragedia desconcertó a los científicos en su momento y amenaza seriamente el futuro de la especie
18 Enero 2018 15:35
Las estepas de Kazajistán mostraron en mayo de 2015 una escena de desolación. Se encontraron esparcidos los cadáveres de cerca de 200.000 antílopes saigas. Como si se hubieran desplomado de improvisto porque la muerte les sorprendió ahí.
Estos antílopes, con una curiosa nariz, son los que inspiraron el personaje de Alf, el famoso extraterrestre de la serie televisiva estadounidense.
Se identificó, en un primer momento, que la causa de la muerte había sido una infección bacteriana producida por la Pasteurella multocida. Provocó una hemorragia en los órganos después de las infecciones. Un equipo internacional de investigadores acaba de profundizar más sobre el tema. Averiguaron que en realidad los antílopes llevan mucho tiempo albergando la bacteria. Vivía dentro de los animales inofensivamente. Así que tuvo haber ocurrido un evento que la volviera tremendamente letal.
El rastreo muestra que las muertes empezaron con el inicio de un clima inusulamente cálido y húmedo. Que ese fuera el desencadenante, preocupa.
Que esté “fuertemente relacionada con la alta humedad y temperatura es motivo de preocupación en el futuro, dado que se proyecta un aumento de la temperatura inducido por el cambio climático para la región a corto y medio plazo”, escriben los autores en Science Advances.
Se suma a que mayo es el mes en que los antílopes dan comúnmente a luz a sus crías, lo que hizo que las hembras estuvieran fisiológicamente más vulnerables. La catástrofe aniquiló en pocas semanas al 60% de la población de antílopes saiga del mundo.
Han sufrido otros eventos de muertes masivas. En 1998, cayeron 270.000 y en mayo de 2010, fallecieron 12.000. La especie está declarada en peligro de extinción. La caza furtiva empeora las cosas.
"Los altos niveles de caza furtiva desde la década de 1990 también han sido un factor importante en el agotamiento de la especie”, lo que podría hacer imposible que los antílopes saiga se recuperasen.
Se debe poner freno porque nos dirigimos a un escenario de temperaturas más altas. Sus poblaciones deben ser altas para que los eventos de mortalidad no sean su fin.
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