Masacre de seis niños y tres mujeres consterna a México

En 2009, la familia Lebarón sufrió el secuestro y homicidio de uno de sus miembros; 10 años después, esta familia mormona vuelve a ser víctima de la violencia en el norte de México: seis niños y tres mujeres fueron asesinadas.

La sangre no deja de correr en el país. En menos de un mes, tres muestras de la descomposición: 13 policías fueron emboscados y asesinados en Michoacán; 14 presuntos delincuentes y un militar murieron en un tiroteo en Guerrero y, el 18 de octubre, la detención de Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante “El Chapo”, derivó en balaceras que aterrorizaron a los habitantes de Culiacán.

Al final, el hijo del capo fue liberado por las autoridades para evitar que los ataques continuaran en esa ciudad. Pero el terror continúa en el país.

Esta semana, una nueva conmoción inició cuando Twitter se llenó con imágenes compartidas por Álex Lebarón: un vehículo calcinado donde murieron miembros de su familia.

El ataque ocurrió cuando 17 integrantes de la familia Lebarón viajaban en tres camionetas de Galeana, en Chihuahua, a Bavispe, Sonora. Más de 200 casquillos de bala quedaron regados en la zona del multihomicidio.

Las autoridades no han ofrecido aún una explicación sobre este crimen, al menos no una más allá de la hipótesis genérica que se ha vuelto cada vez más familiar en México: fueron víctimas de grupos del crimen organizado que se disputan control de la zona.

Murieron tres mujeres. Madres. Murieron seis niños, entre ellos dos gemelos con apenas ocho meses de vida.

Otros seis niños sobrevivieron el ataque, tuiteó posteriormente Álex Lebarón.

Historia (dolorosamente) familiar

Ésta no es la primera vez que la familia padece la violencia. En 2009, Benjamín Lebarón fue secuestrado y asesinado después de denunciar públicamente que narcotraficantes habían pedido un millón de dólares de rescate por uno de sus hermanos.

Ese momento marcó al clan y Julián Lebarón se convirtió en un reconocido activista contra la violencia en México.

La familia asentada en el norte mexicano mantiene vínculos estrechos en Estados Unidos, pues parte de los miembros tienen doble nacionalidad y algunos de ellos viven en Arizona.

Después del multihomicidio, el presidente estadounidense, Donald Trump, ofreció ayuda.

“Los cárteles se han vuelto tan grandes y poderosos que a veces necesitas un ejército para vencer a un ejército”, fue parte de su mensaje.

Pero en México sabemos que la “guerra contra el narco” no ha sido la solución. Esta estrategia emprendida por el expresidente Felipe Calderón y la continuación que le dio su sucesor Enrique Peña Nieto han derivado en más de 250 mil asesinatos y 40 mil desapariciones.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, agradeció la oferta pero aclaró que las instituciones nacionales se encargarán de las pesquisas.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos pidió al gobierno dar protección especial a los Lebarón y la comunidad mormona ofreció su solidaridad a las víctimas.

A 24 horas del crimen, las autoridades mexicanas hablaban de la detención de una persona presuntamente relacionada con el crimen, pero la búsqueda de justicia para la familia Lebarón aún no se veía en el horizonte.