En la mayoría de los casos, estas intervenciones eran innecesarias y comportaban esterilizaciones forzosas
El estado de California aprobó este martes una ley para regular las cirugías de reasignación de sexo en niños intersexuales y condenar las intervenciones que sean innecesarias. Es el primero en hacerlo dentro de las fronteras de Estados Unidos, pero ya había precedentes en otros países: en Malta están prohibidas, en algunas comunidades de España también y en el Reino Unido se encuentran altamente reguladas.
Se trata de paso fundamental para los derechos de la comunidad intersexual, ya que supone empezar a respetar su autonomía y su derecho a decidir sobre si quieren someterse o no a una alteración quirúrgica cosmética. Algo especialmente importante si tenemos en cuenta que desde los años 60 estas operaciones han ido acompañadas de esterilizaciones y se han realizado sin involucrar a los padres en la toma de decisión ni contar con su consentimiento.
El número de personas intersexuales -la OMS calcula que son un 1% de la población, pero otras estimaciones elevan la cifra hasta el 1,7%- resulta mucho más elevado de lo que se acostumbra a creer. Las comparaciones con otros grupos son esclarecedoras e inquietantes: hay más personas intersexuales que pelirrojos. Sin embargo, hasta ahora las leyes se han asentado sobre el binarismo sexual, fomentando el estigma e invisibilizando a la comunidad.
La ley española, por ejemplo, obliga a inscribir a los recién nacidos en el Registro Civil bajo uno de los dos sexos en un plazo de 72 horas. Como explica Barbara Ayuso en un reportaje sobre los derechos de los intersexuales en nuestro país, se trata de "un juego de dados a contrarreloj, en el que los padres escuchan al equipo médico interdisciplinar (endocrinos, pediatras, cirujanos y genetistas) que estudia las características preponderantes del bebé para asignarle un género".
Las cirugías de reasignación de sexo -que pueden implicar la extirpación de las gónadas, programas de hormonación, vaginoplastias, reducción del clítoris y otros procedimientos de reconstrucción genital- eran vistas como necesarias en aras de normalizar al recién nacido. Se argumentaba que eran imprescindibles para la integración social de la persona, ignorando que se trataba no sólo de procedimientos innecesarios, sino también irreversibles, traumáticos y capaces de causar daños permanentes.
En California, la resolución concurrente del senado se ha producido después de años de lucha por parte de asociaciones en defensa de los derechos de las personas intersexuales. InterACT Advocates for Intersex Youth y Equality California han sido las dos asociaciones que, junto al senador Scott Wiener, han conseguido que se apruebe esta regulación."Significa que por primera vez en EEUU el cuerpo legislativo ha reconocido afirmativamente la dignidad de los niños intersexuales y su derecho a tomar decisiones sobre sus propios cuerpos", ha resumido Kimberly Zieselman de InterACT.