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Caos, violencia y muerte: Chile sufre el peor estallido social desde el final de la dictadura

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La subida de las tarifas del metro ha sido el detonante, pero eso es solo la punta del iceberg de unos disturbios en los que ya han perdido la vida al menos siete personas

PlayGround

21 Octubre 2019 15:13

¿QUÉ ESTÁ PASANDO?

El caos se desató este viernes en Santiago de Chile tras anunciarse una subida considerable del precio del metro. Miles de personas -mayoritariamente estudiantes- paralizaron tres de las principales líneas del transporte público de la ciudad. Además de destrozar sus instalaciones, los manifestantes también desataron incidentes en otros puntos con graves enfrentamientos con la policía además de múltiples incendios y saqueos.

Las intensas protestas se han alargado todo el fin de semana y todavía continúan a pesar de que el gobierno decidiera retractarse de la medida este sábado.

Entre siete y diez personas han muerto —la cifra difiere dependiendo de las fuentes— y más de 300 han sido detenidas durante la que se ha convertido en la mayor oleada de violencia desde el regreso de la democracia en 1990.

El presidente Sebastián Piñera ha asegurado que su país “está en guerra” y ha declarado el estado de emergencia en hasta cinco regiones del país, incluida la capital chilena.

¿QUÉ IMPLICA EL ESTADO DE EMERGENCIA?

Con el fin de mantener el orden tras los disturbios, más de 10.000 soldados patrullaron este sábado las calles de Santiago de Chile por primera vez desde la dictadura militar de Pinochet. Además, la capital y otras cinco ciudades del país se encuentran bajo toque de queda, lo que significa que, durante el estado de excepción, queda terminantemente prohibido el tránsito libre de seis de la tarde a seis de la mañana.

Son muchos los que opinan que ejecutar estas drásticas medidas en un momento tan tenso puede ser contraproducente. "La decisión de Pinera de desplegar a los militares en Chile, un país que experimentó una dictadura represiva durante 17 años, es preocupante y podría desestabilizar aún más la situación", opina en The Washington Post Jenny Pribble, profesora asociada de ciencias políticas de la Universidad de Richmond.

¿POR QUÉ PROTESTAN REALMENTE LOS CHILENOS?

Los disturbios explotaron a propósito de la subida de la tarifa del metro, pero políticos y expertos han afirmado que, en realidad, esta cuestión es solo la punta del iceberg. Los problemas que atañen a los chilenos no son nuevos, muchos se arrastran desde la dictadura de Pinochet. La desigualdad social, la impunidad ante la corrupción o la injusta distribución de la riqueza son algunas de las cuestiones que más les preocupan.

El modelo privatizado de pensiones es otro de los puntos que más rechazo concita en la sociedad chilena. El sistema, heredado de Pinochet, obliga a los trabajadores a depositar cada mes cerca del 12 % de su sueldo para asegurarse así su jubilación. Paradójicamente, los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía cotizan en un sistema de reparto que ofrece jubilaciones mucho más elevadas.

Durante la dictadura también se privatizó la mayoría de universidades del país. Este sistema ha evolucionado en una educación de dudosa calidad que obligan a los estudiantes a endeudarse para poder pagar los precios desproporcionados de sus matrículas.

La sanidad pública también está en el punto de mira por ser precaria y discriminatoria. Los trabajadores deben cotizar por lo menos un 7% de su salario en planes de salud públicos o privados. Los públicos cubren a las personas con menos ingresos y se caracterizan por unas condiciones pésimas. Los privados ofrecen planes más caros, pero con coberturas discriminatoriamente más bajas para mujeres y ancianos.

Vivir en Chile también se ha vuelto más caro, especialmente en Santiago, donde el precio de la vivienda ha subido un 150% en la última década. Además, los chilenos también pagan precios desorbitados por la luz o los medicamentos. Y todo esto mientras se destapan casos de corrupción millonarios en las élites del país que la fiscalía no persigue o que decide sancionar solamente con multas.

¿EXISTEN PERSPECTIVAS DE UNA MEJORA SOCIAL?

Las expectativas generadas por los anteriores gobiernos pueden ayudar a explicar la desatada furia actual de los chilenos. Hace años que la clase política asegura mejoras en la calidad de vida de sus ciudadanos, pero de momento las promesas nunca han llegado a cumplirse.

Por ahora, el presidente Sebastián Piñera ha asegurado que su objetivo es "reducir las desigualdades excesivas y los abusos de las desigualdades”. Pero todavía está por ver cómo gestionará las protestas que todavía persisten y si realmente pondrá fin al problema estructural que hace años que atañe a la sociedad chilena.

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