Cada año se tiran literalmente a la basura 1.300 millones de toneladas de alimentos perfectamente comestibles en un mundo en el que hay desnutrición
¿A qué cantidad de comida equivale todas estas toneladas que se tiran? Pues a un tercio de la que se produce a nivel mundial. Equivale también a la comida que abastece a 2000 millones de personas durante un año, en un planeta en el que una de cada nueve personas pasa hambre. Es decir, las personas que podrían comer con los alimentos que se echan a perder son más del doble de las que pasan hambre, que son 820 millones.
A pesar de que los excesos de producción no están en nuestras manos, lo que sí que podemos hacer es cambiar nuestros hábitos de consumo para intentar plantar cara a este derroche.
En una cultura en la que se ha normalizado el despilfarro, es nuestra responsabilidad darle la vuelta y no quedarnos quietos, buscar alternativas y sostenibles y ser partícipes del cambio.
Servir un táper con las sobras: obligatorio
En Cataluña se ha dado un paso respecto a este tema; ya se ha aprobado por parte del Parlament la ley contra el despilfarro alimentario. Las medidas que incluye afectan a todos los sectores de la cadena alimentaria y una de ellas obliga a los restaurantes o servicios de catering a ofrecer a sus clientes la comida que les ha sobrado en envases biodegradables. También podrán permitir que los clientes traigan sus propios envases. Tendrán que comunicarlo tanto verbalmente como dejarlo claro en los menús, siempre que sean restaurantes y servicios para más de 100 personas.
Aunque hayan pasado cuatro años desde que la ley se registrara por primera vez, se espera que estas medidas sean el detonante de un cambio de hábitos en la sociedad.
Too Good To Go: la app contra el desperdicio de comida
Han nacido nuevas propuestas sostenibles con el objetivo de solucionar este problema como es el caso de Too Good To Go, una aplicación que te pone en contacto con restaurantes, pastelerías o fruterías que al final del día tienen excedente de comida para que puedas comprar estos alimentos que han sobrado a un precio reducido. Una buena forma de reducir el desperdicio de comida, minimizar las consecuencias medioambientales y ahorrar algo de dinero. Utilizar este tipo de apps significa sumarse a un movimiento que va a definir el futuro.