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#CuentaTuPobreza: la brutal denuncia de que ser pobre también mata

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Cientos de personas están contando en redes lo que muchas veces queda oculto: el empobrecimiento, precariedad laboral, falta de oportunidades y de servicios básicos a los que se enfrentan

silvia laboreo

28 Noviembre 2018 16:42

Este lunes, una mujer de 65 años se suicidó tirándose por la ventana cuando iba a ser desahuciada de la casa en la que vivía de alquiler en Madrid. La fallecida tenía una orden de desahucio y ese mismo día había ido a su casa una comisión del juzgado para ejecutarlo, pero la mujer nunca les abrió la puerta. La inquilina llevaba 4 años en esta vivienda de alquiler privado. El trágico suceso es un ejemplo más de la desprotección y del drama de los desahucios, un grave problema que desde hace años denuncian organizaciones como la PAH y que sigue cobrándose vidas.

Esa misma tarde, tras conocerse la noticia, la periodista Cristina Fallarás publicaba varios tuits en los que denunciaba que cada mes en España miles de personas, muchas con hijos, acaban en la calle.

La periodista y escritora sabe de primera mano hasta qué punto te puede golpear y romper un desahucio. A ella la echaron de su casa en 2012, tras un largo proceso de empobrecimiento que empezó cuando, embarazada de ocho meses, fue despedida de su puesto de subdirectora del diario ADN. Fallarás relataba entonces en esta columna en El Mundo el proceso de desahucio, un proceso “largo, muy largo, en el que cuando interviene el juez tú ya andas un poco menos recta, esos crujidos por la noche—, la sensación que he guardado bien: no me puede pasar a mí, aunque diga que nos puede pasar a todos, aunque no pueda pagar, aunque esté entre los primeros despidos de la crisis, hace ya cuatro años”.

Un año más tarde, su experiencia se convertía en el libro A la puta calle. Crónica de un desahucio, una denuncia a la actuación de bancos y partidos políticos y también un retrato crudo en primera persona del empobrecimiento que afectó a miles de españoles durante la crisis. 6 años después de ese anuncio de desahucio, su experiencia se hacía viral en redes sociales.

Estos dos tuits recibieron cientos de respuestas de gente que empezó a contar el miedo, la rabia y la tristeza que supone el hecho de ser desahuciado. Los testimonios fueron recogidos por el Huffington Post y replicados por la propia periodista bajo el hashtag #CuentaTupobreza. A través de él, Fallarás animaba a la gente a narrar lo que muchas veces queda escondido. Porque como explicaba la escritora en ese artículo de hace 6 años, "todas estas cosas hay que contarlas, como los despidos de embarazadas, como las diferencias de salarios, como cualquier abuso. Creo que hacerlas públicas ayuda a que hayamos llegado a este punto. Miserable, sí, pero punto al fin con información circulando".



Mientras los testimonios y experiencias de empobrecimiento, precariedad laboral, falta de oportunidades y de servicios básicos llenaban las redes, el Gobierno de España anunciaba su intención de implantar un paquete urgente de medidas en materia de vivienda que Fomento ultima aprobar por Real Decreto Ley próximamente. Entre las novedades, se prevén cambios en los procedimiento de desahucio a través de procesos especiales para personas que estén en situación vulnerable, entre los que se encuentran la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil y una mayor coordinación con los servicios sociales en casos de desahucio. “No queremos que nunca más tragedias como la de ayer, y muchas otras que hayan quedado silenciadas, vuelvan a ser noticia, no debemos tolerarlo”, explicó el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en el Senado.

En los últimos meses, los desahucios de personas en situación de alquiler se han disparado. En el segundo semestre de este año, el desalojo a inquilinos creció un 6,1% y supuso el 61,2% del total de los desalojos forzosos. Entre las medidas del Real Decreto se encuentra “una reforma fiscal” para “estimular la oferta de vivienda en alquiler y moderar sus precios”.

El Gobierno también ampliará de 3 a 5 años la duración del contrato de alquiler, limitará a dos mensualidades de renta las garantías adicionales a la firma del contrato y “acotará” el término de vivienda de uso turístico "con el fin de garantizar que el parque de viviendas se destine de forma prioritaria a cumplir su función social de garantizar el derecho a la vivienda"

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