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Cientos de personas están contando en redes lo que muchas veces queda oculto: el empobrecimiento, precariedad laboral, falta de oportunidades y de servicios básicos a los que se enfrentan
28 Noviembre 2018 16:42
Este lunes, una mujer de 65 años se suicidó tirándose por la ventana cuando iba a ser desahuciada de la casa en la que vivía de alquiler en Madrid. La fallecida tenía una orden de desahucio y ese mismo día había ido a su casa una comisión del juzgado para ejecutarlo, pero la mujer nunca les abrió la puerta. La inquilina llevaba 4 años en esta vivienda de alquiler privado. El trágico suceso es un ejemplo más de la desprotección y del drama de los desahucios, un grave problema que desde hace años denuncian organizaciones como la PAH y que sigue cobrándose vidas.
Esa misma tarde, tras conocerse la noticia, la periodista Cristina Fallarás publicaba varios tuits en los que denunciaba que cada mes en España miles de personas, muchas con hijos, acaban en la calle.
No es que vuelvan los suicidios por desahucios, es que no han parado.
— Cristina Fallarás (@LaFallaras) 26 de noviembre de 2018
No es que vuelan los desahucios a miles, es que no han parado.
Cada mes echan a miles de personas a la calle, muchas con sus hijos.
Sencillamente hace tiempo que no miramos.@publico_es https://t.co/FSkYymwUuW
La periodista y escritora sabe de primera mano hasta qué punto te puede golpear y romper un desahucio. A ella la echaron de su casa en 2012, tras un largo proceso de empobrecimiento que empezó cuando, embarazada de ocho meses, fue despedida de su puesto de subdirectora del diario ADN. Fallarás relataba entonces en esta columna en El Mundo el proceso de desahucio, un proceso “largo, muy largo, en el que cuando interviene el juez tú ya andas un poco menos recta, esos crujidos por la noche—, la sensación que he guardado bien: no me puede pasar a mí, aunque diga que nos puede pasar a todos, aunque no pueda pagar, aunque esté entre los primeros despidos de la crisis, hace ya cuatro años”.
Un año más tarde, su experiencia se convertía en el libro A la puta calle. Crónica de un desahucio, una denuncia a la actuación de bancos y partidos políticos y también un retrato crudo en primera persona del empobrecimiento que afectó a miles de españoles durante la crisis. 6 años después de ese anuncio de desahucio, su experiencia se hacía viral en redes sociales.
Cuando llega el desahucio ya te han cortado la luz y también el agua varias veces.
— Cristina Fallarás (@LaFallaras) 26 de noviembre de 2018
Ya ha dejado de mirarte la gente que te miraba.
Ya sabes lo que son el hambre, el frío y la intemperie.
Ya no entiendes las noticias de la radio.
Ya no sabes qué zapatos ni que agujeros ponerte.
Aquí cuento minuciosamente qué vives cuando te desahucian, hasta dónde muerde la pobreza y te rompes, rompen tu identidad y tu idea de habitar este mundo.
— Cristina Fallarás (@LaFallaras) 26 de noviembre de 2018
Nada de lo que sabías es ya cierto.
Hoy una mujer se ha suicidado cuando iban a desahuciarla.
Lloro.https://t.co/QUbtfq9uX2
Estos dos tuits recibieron cientos de respuestas de gente que empezó a contar el miedo, la rabia y la tristeza que supone el hecho de ser desahuciado. Los testimonios fueron recogidos por el Huffington Post y replicados por la propia periodista bajo el hashtag #CuentaTupobreza. A través de él, Fallarás animaba a la gente a narrar lo que muchas veces queda escondido. Porque como explicaba la escritora en ese artículo de hace 6 años, "todas estas cosas hay que contarlas, como los despidos de embarazadas, como las diferencias de salarios, como cualquier abuso. Creo que hacerlas públicas ayuda a que hayamos llegado a este punto. Miserable, sí, pero punto al fin con información circulando".
En @ElHuffPost recogen los testimonios sobre desahucios que se fueron encadenando ayer.
— Cristina Fallarás (@LaFallaras) 27 de noviembre de 2018
Hace 5 años del mío y aún no he recuperado ni la mitad de mí que se quedó por el camino.https://t.co/4PRzLHxO5X
Si cada una cuenta su pobreza, ya no podrán negarla, esconderla, fingir que no existe.
— Cristina Fallarás (@LaFallaras) 27 de noviembre de 2018
Y aquellas que son pobres no se sentirán solas en medio de la “recuperación” basura, no caerán en la desesperación.
Por eso #CuentaTuPobreza
#CuentaTuPobreza https://t.co/at4TqhfJMk
— Cristina Fallarás (@LaFallaras) 27 de noviembre de 2018
#CuentaTuPobreza https://t.co/m3a40V0ESW
— Cristina Fallarás (@LaFallaras) 27 de noviembre de 2018
El mes de diciembre de hace 3 años lo pasé entero sin luz eléctrica porq nos la cortaron. No podíamos cocinar, estuvimos a oscuras y nos moríamos de frío. Iberdrola nos pedía 1000 pavos para volver a engancharla. Los conseguimos porque nos ayudó nuestra gente. #CuentaTuPobreza
— Layla Martínez (@17bdb4d9ee92445) 28 de noviembre de 2018
#CuentaTuPobreza lo cuento por él: mi mejor amigo trabaja en un restaurante de comida rápida. Horas extras insoportables, hasta 60h/s por menos de 650€
— Luis H. Rodríguez (@LuisHto_RF) 27 de noviembre de 2018
Los días que libra reparte folletos durante más de 10h ese día, o ajusta los turnos para ir a repartir. Menos de 900 en total
2009. Cierran la fábrica dnd curran mis 2 padres. Están 2 años pagando cómo pueden hasta q el banco se queda la casa. Con 3 hijos a la calle. Nos recogió mi tío. Con lo q queda d los ahorros arriesgan y montan un negocio. X suerte fue bién. Mucho ánimo a todos 😘 #CuentaTuPobreza
— Nora González Samon (@nora_samon) 27 de noviembre de 2018
#CuentaTuPobreza gracias a Dios mi situación no es mala, pero el otro día una amiga con trabajo, me dijo que no podía poner la calefacción si pagaba el alquiler y comida. ¿Desde cuando hemos asumido que la calefacción es un lujo, y más cuando tienes un sueldo?
— Almu 💜✊ (@Almu_vamu) 27 de noviembre de 2018
Una enfermedad me expulsó del mercado laboral con 40, volví, un cáncer me volvió a dejar en la calle, 45. Me reciclé para trabajar por cuenta propia. Una recaída me echó una vez más, 50. Tengo 53, hijo, RAI temporal y vivo con mis padres. Expectativas, CERO #CuentaTuPobreza
— falcatruada (@falcatruada) 27 de noviembre de 2018
Mientras los testimonios y experiencias de empobrecimiento, precariedad laboral, falta de oportunidades y de servicios básicos llenaban las redes, el Gobierno de España anunciaba su intención de implantar un paquete urgente de medidas en materia de vivienda que Fomento ultima aprobar por Real Decreto Ley próximamente. Entre las novedades, se prevén cambios en los procedimiento de desahucio a través de procesos especiales para personas que estén en situación vulnerable, entre los que se encuentran la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil y una mayor coordinación con los servicios sociales en casos de desahucio. “No queremos que nunca más tragedias como la de ayer, y muchas otras que hayan quedado silenciadas, vuelvan a ser noticia, no debemos tolerarlo”, explicó el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en el Senado.
En los últimos meses, los desahucios de personas en situación de alquiler se han disparado. En el segundo semestre de este año, el desalojo a inquilinos creció un 6,1% y supuso el 61,2% del total de los desalojos forzosos. Entre las medidas del Real Decreto se encuentra “una reforma fiscal” para “estimular la oferta de vivienda en alquiler y moderar sus precios”.
El Gobierno también ampliará de 3 a 5 años la duración del contrato de alquiler, limitará a dos mensualidades de renta las garantías adicionales a la firma del contrato y “acotará” el término de vivienda de uso turístico "con el fin de garantizar que el parque de viviendas se destine de forma prioritaria a cumplir su función social de garantizar el derecho a la vivienda"
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