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Robó un bocadillo porque tenía hambre. Ahora se enfrenta a tres años de cárcel

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El acusado no se quedó con ningún objeto de valor ni dinero de la caja pero la Fiscalía considera que su delito merece un castigo de tres años entre rejas

A.P.G.

07 Noviembre 2018 12:03

Robó un bocadillo porque tenía hambre. Eso es lo que ha testificado ante el juez el acusado de robar un bocadillo en una cafetería de Barcelona. El hombre fue citado a declarar después de que la Fiscalía solicitase para él cuatro años y tres meses de cárcel.

Al final del juicio, la Fiscalía ha mantenido que el hombre intimidó a las dependientas aunque ha rebajado la pena solicitada de cuatro a tres años. La legislación española establece que a partir de dos años de condena el ingreso en prisión es obligatorio. Por lo que este hombre podría ir a prisión por robar un bocadillo.

La defensa del acusado alega que el hombre, que se encontraba en un estado de indigencia cuando lo detuvieron los Mossos, robó por necesidad. Por supervivencia. Y que, en cualquier caso, no intentó robar ningún objeto de valor de la cafetería ni tampoco dinero de la caja.

Las dependientas acordaron denunciarlo al cabo de dos horas cuando, según el testimonio aportado por ellas, el hombre volvió a presentarse a la tienda en estado de ebriedad para “increparlas”. En el juicio no se ha podido probar con qué objeto exactamente las increpó, aunque fuentes judiciales afirman que “era muy pequeño" y la Fiscalía asegura que se trataba de una lata. Las dependientas, testimonios oculares de la supuesta agresión, no han podido confirmar ni la propia versión de la Fiscalía.

Por su parte, la defensa del acusado asegura que el hombre solo intentó autolesionarse con una lengüeta de lata para “llamar la atención de las dependientas”, algo que ha podido acreditarse con un parte médico y que revela que el hombre fue efectivamente atendido con lesiones en el brazo.

La letrada de oficio Mònica Caellas defiende al acusado alegando que “el robo de un bocadillo no ha producido daño patrimonial a la cafetería y que no se cometió con ánimo de lucro”. Los dueños del establecimiento no reclaman indemnización de ningún tipo.

El hombre también alegó en el juicio que llevaba tres días sin comer.

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