Genaro García Luna fue detenido en Estados Unidos, donde el Departamento de Justicia lo acusa de recibir sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa entre 2001 y 2012
Uno de los funcionarios clave en inteligencia policial y seguridad pública de los últimos años en México, Genaro García Luna, fue arrestado en Estados Unidos.
El Departamento de Estado norteamericano lo acusa de haber recibido sobornos multimillonarios por permitir que el Cártel de Sinaloa, entonces liderado por “El Chapo” Guzmán, operara con impunidad.
La detención ocurrió en Dallas, Texas, y el gobierno estadounidense prevé trasladar a García Luna a Nueva York para enjuiciarlo.
De acuerdo con el fiscal Richard P. Donogue, los sobornos ocurrieron entre 2001 y 2012, cuando García Luna fue titular de la Agencia Federal de Investigación en el sexenio del presidente Vicente Fox y cuando fue Secretario de Seguridad Pública, durante el gobierno de Felipe Calderón.
Con el pago de sobornos, afirma el fiscal del caso, el Cártel de Sinaloa pudo trasladar libremente cargamentos de droga y obtuvo información sensible sobre las investigaciones oficiales contra el grupo criminal.
“En dos ocasiones, el Cártel personalmente entregó los sobornos a García Luna en maletas que contenían entre 3 y 5 millones de dólares", señala el comunicado oficial de la fiscalía.
"De acuerdo con registros financieros obtenidos por el gobierno, para cuando García Luna se mudó a Estados Unidos ya había amasado una fortuna de millones de dólares”.
El exfuncionario mexicano hizo una solicitud de naturalización en 2018, en la cual habría mentido sobre sus presuntos actos criminales.
Además, a García Luna, de 51 años de edad, le imputan tres cargos de conspiración por tráfico de cocaína y otro más por falsear declaraciones.
Si llega a ser condenado, podría recibir una sentencia de entre 10 años de cárcel y prisión vitalicia.
La “guerra contra el narco” que emprendió el expresidente Calderón y la estrategia que continuó su sucesor Enrique Peña Nieto han derivado en más de 250 mil asesinatos y 40 mil desapariciones.
Este año, bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se perfila como el más violento en la historia reciente de México.